Alfredo Guevara.-
Cd. Victoria, Tam.- Aunque no descartó que más adelante se le vea en cualquier otro partido político, dado que renunció a su militancia pero no a sus derechos constitucionales, Felipe Garza Narváez confirmó su salida de las filas del Revolucionario Institucional (PRI), tras 45 años de militancia.
El tres veces diputado local justificó su renuncia al PRI por no sentirse a gusto con algunas cosas, por el desdén y el descuido en que el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del partido tiene a la militancia, tras casi once meses de abandono, cuando en todo caso, debería estarse trabajando para la próxima elección federal de 2018.
Después de hacer entrega de su renuncia en las oficinas priistas en esta Capital, Garza Narváez ofreció una rueda de prensa con medios de comunicación, a quienes les dijo que las razones que lo mantenían en el partido ya no son las mismas, toda vez que han cambiado los escenarios “y no son las cosas como cuando yo entré”.
Por espacio de casi una hora, el otrora presidente del CDE del PRI expresó su tristeza, al ver a la militancia que trabajó en la pasada elección local de 2016, y que esté a casi un año, esperando que la dirigencia nacional del partido se acuerde de ellos.
A la fecha, aseguró no tener ninguna invitación de partidos políticos y consideró que sería triste que su salida del PRI fuera para irse a otro organismo, aunque aclaró, “después veré si participo, valorando las cosas”.
Antes de tomar la decisión de renunciar a su militancia en el PRI, Garza Narváez aseguró haber dialogado en más de una ocasión con quienes estuvieron al frente del Partido, a quienes les hizo ver la necesidad de trabajar en el proceso de reestructuración e incluso, de llevar a cabo un diagnóstico profundo, que permitiera tomar decisiones.
“El proceso federal de 2018 inicia en septiembre y hay muchas estructuras que no han sido atendidas”, precisó.
Negó que su salida del PRI sea un acto de deslealtad, sobre todo porque el instituto político al que renunció, lo cobijó en muchas ocasiones y le dio la oportunidad de ser legislador local en tres ocasiones por el mismo distrito, además de atender otras encomiendas en municipios del Estado.
A la salida de donde se reunió con medios de comunicación, se topó con una corona fúnebre, en la que textualmente decía “Gracias Felipe… Atte. Priistas de corazón”.