Mauricio Zapata.-
Cd. Victoria, Tam.- Caminar por alguna calle de Tamaulipas a las 12 del día, tanto por el tránsito, como por el intenso calor que se ha dejado sentir, se vuelve toda una proeza.
Y es que la zona centro del estado está ubicada dentro de las cinco localidades del país con las mayores temperaturas registradas durante los últimos tres días, de acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
LO QUE HAY QUE HACER PARA MITIGAR LOS EFECTOS
Apenas es mediodía “y el calor ya es insoportable”, dice Héctor Castillo, quien es conductor de una de las unidades de transporte público y aprovecha para comprar unas congeladas. Su jornada de trabajo comienza a las once de la mañana y termina a las ocho de la noche, “exactamente cuando hay más gente y calor”, señala.
Para Elizabeth Cisneros, quien es universitaria, lo peor en estos días calurosos es viajar en micro. Ella utiliza por las tardes este sistema de transporte para regresar a su casa, “pero es un martirio, con las altas temperaturas y la gente, sudas a chorros y la ropa se te pega”.
Aunque Fernando apenas tiene seis años, afirma que también se “molesta” y “fastidia”, por el aumento en las temperaturas que se registra en la ciudad, es por eso que su mamá, Daniela, procura hidratarlo y vestirlo con ropa ligera para aminorar el malestar.
“El calor está muy fuerte y tengo que salir a la calle con él, por eso solamente me queda cargar o comprar agua”, dice Daniela.
En los últimos días en la ciudad se han registrado temperaturas altas. Según el reporte del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) Ciudad Victoria registró ayer 41 grados centígrados, y el pronóstico para hoy es que se alcance una temperatura similar, con posibilidades de aumentar.
“El calor se siente más aquí, en la ciudad, sobre todo en la calle con tanto asfalto y construcciones”, dice doña Carmen Ortiz, quien vive en el municipio de Padilla y visita la ciudad acompañada de su hija y su nieto.
LA GENTE YA NO COME… SOLO BEBE
Maricarmen Vázquez, quien atiende un puesto de tacos, admite que el calor también ha afectado sus ventas ya que “la gente solamente quiere comprar cosas frescas como agua o nieves. Ahora ya ni siquiera se paran a observar qué vendo”, manifiesta.
Al respecto, la Secretaría de Salud alertó que este año se esperan temperaturas de hasta 45 grados centígrados en algunas regiones de la entidad y en promedio de 37 a 40 grados centígrados.
Por su parte, la Coordinación de Protección Civil (PC) del Ayuntamiento de Victoria afirmó que se pueden evitar complicaciones por males provocados por el consumo de alimentos en descomposición, y una de esas previsiones es estar al pendiente de los signos de deshidratación, como son sed intensa, irritabilidad, piel y mucosas secas.
SE INCREMENTAN LOS MALES GASTROINTESTINALES
En temporadas de calor, como esta, las enfermedades diarreicas se incrementan 40 por ciento y de no atenderse a tiempo pueden ocasionar la muerte de los menores en horas a causa de la deshidratación.
La autoridades sanitarias sugieren año con año, que para consumir pescados o mariscos deben ser fritos o cocidos, lavar y desinfectar frutas y verduras, consumir los alimentos inmediatamente después de su preparación, para evitar su descomposición. No comer los que estén mal conservados o de dudosa procedencia. Hervir o desinfectar el agua para consumo humano.
No exponerse a los rayos solares por periodos prolongados para evitar efectos como el golpe de calor e insolación, agotamiento por altas temperaturas y deshidratación, sobre todo en menores de cinco años, mayores de 65 y personas enfermas.
POR 60 PESOS SOPORTA LAS INCLEMENCIAS DE TIEMPO
Con largas jornadas bajo el sol y un ingreso que no supera los 60 pesos diarios, un grupo de aproximadamente 75 victorenses trabaja por el sustento propio y el de sus familias. Se trata de los cribadores de arena del río San Marcos, hombres y mujeres pobres y con mucha necesidad.
Don Carlos Martínez tiene 65 años de edad, aunque su rostro y sus manos, agrietadas por el tiempo y el trabajo a la intemperie, lo hacen ver más grande. De él dependen su esposa y un hijo; es residente de la colonia “Pepenadores” y es uno de los cribadores más antiguos del río.
A su edad, don Carlos, como el resto de los cribadores, tiene que trabajar más de diez horas para poder llevar frijoles, tortillas y algunas veces un litro de leche a su hogar; los gustos y gastos innecesarios están prohibidos para él y su familia.
A las seis de la mañana sale de su casa para dirigirse al río, lleva siempre una pala, el talache y, por supuesto, su inseparable criba. Poco antes de las siete comienza a remover las piedras y a escarbar en las partes más altas del tramo que le fue asignado desde hace tres años aproximadamente.
No es un trabajo sencillo, comenta, haciendo una pausa en su jornada para platicar con el reportero; asegura que además del esfuerzo físico se requiere de mucha paciencia, debido a que una sola persona tiene que hacer la función de tres hombres o de una máquina excavadora.
Cada metro de arena lo vende en 80 pesos, pero tarda un día y medio y a veces dos en poder reunirlo, lo que hace todavía más difícil la situación; todo esto sin descartar la competencia que existe, pues aunque se trata de un grupo hay algunos a los que la necesidad los hace ofrecer el material a un menor costo.
Sus clientes van a buscarlo hasta la misma cuenca del río, a la cual se puede acceder por la entrada a la colonia “Moderna”, generalmente son albañiles quienes buscan arena más barata, pero sobre todo más limpia, ya que “la que venden en las tiendas de materiales la traen de la quebradora y cuesta 140 pesos el metro, además viene casi siempre sucia, con basuras y la que nosotros sacamos aquí está limpia, porque la cribamos a mano”, dijo.
Aunque algunos de ellos reciben el apoyo del Gobierno federal, en su gran mayoría son personas que no cuentan con los servicios y las atenciones elementales, como podrían ser atención médica y alimentación, entre otros, por lo que solicitaron a las autoridades hacer una evaluación de los más necesitados del grupo para que sean incluidos en los paquetes de apoyos.
En el grupo existen personas que tampoco cuentan con una vivienda digna y, lo que es peor, muchos de ellos padecen enfermedades propias de la vejez, por lo que constantemente ven interrumpidas sus actividades y, por consiguiente, sus ingresos, de los cuales dependen totalmente sus familias.
EL CALOR TAMBIÉN SE COMERCIALIZA
Las altas temperaturas de la temporada originaron un incremento en las ventas de ventiladores, aparatos de aires húmedos y climas, informaron propietarios y dependientes de diversos comercios de esos giros.
Señalaron que siempre, en esta temporada del año, aunque a la gente la falta poder adquisitivo, compra sus aparatos de acuerdo con sus posibilidades y a las facilidades que mueblerías, por ejemplo, otorgan.
“Entre marzo, abril y mayo son de los mejores, porque pasó la Semana Santa, el Día del Niño, el Día de la Madre, y luego el de los maestros”, apuntan comerciantes de la localidad.
Sin duda, agregaron, los ventiladores son los que más se venden en estos meses previos a la entrada del verano que viene con furia, pero que con el aumento de las temperaturas se ha adelantado el boom de compras.
En entrevista por separado, comentaron que, sin tener un porcentaje exacto, se estima que las ventas a estas alturas se han elevado hasta en un 30 por ciento en el área de los aparatos para evitar el calor.
TAMBIÉN SE DISPARA VENTA DE REFRESCOS
Otro de los sectores que se ha visto beneficiado ante las altas temperaturas que se han dejado sentir en esta región durante los últimos días es el de abarrotes.
Y es que el consumo de refrescos, agua y cerveza se ha incrementado hasta en un 30 por ciento.
De acuerdo con encargados de tiendas de abarrotes, vinaterías y almacenes de autoservicio, durante el pasado fin de semana las ventas en sus negocios aumentaron bajo los conceptos mencionados.
“Hemos vendido muchos garrafones de agua, mucho refresco, pero sobre todo durante el viernes, sábado y este domingo mucha cerveza”, comentó Alberto León, dueño de una tienda de abarrotes en la colonia Mainero.
En otro sector de la Ciudad es la misma situación, que para satisfacción de los encargados de las tiendas las utilidades han aumentado.
“En mi negocio vendemos vinos y licores, las ventas se habían mantenido, pero afortunadamente la cerveza ha tenido un repunte por los calores que se han dejado sentir”, añadió Arturo, concesionario de un depósito de cerveza.
¿De qué manera han aumentado sus ventas?, se le preguntó.
“Pues de enero hasta hace unas tres semanas vendíamos en promedio unos cien cartones de cerveza a la semana, aproximadamente, ahora hemos vendido hasta 250 en una semana. Lo mismo en los “six’s” que vienen a comprar mucho”, expuso.