José del Carmen Perales Rodríguez.-
Cd. Victoria, Tam.- Las leyes y reglamentos que se han diseñado para expulsar la comida chatarra de las instituciones escolares están condenadas al fracaso, si desde los hogares no se hace lo propio para evitar que los menores caigan en excesos al consumir estos productos.
Así lo consideró el presidente de la Asociación Estatal de Padres de Familia (Asepaf), Santiago Jiménez Zavala, quien admitió a la vez que no se puede prohibir totalmente la compra o la ingesta de estos alimentos, pero sí advertir a los hijos sobre las consecuencias a futuro.
“En cualquier hogar es una costumbre consumir lo que se denomina botana, que no es otra cosa que frituras. No podemos decir que este alimento es totalmente malo, sin embargo lo malo son los excesos en que se puede incurrir”, precisó.
En este sentido, Jiménez Zavala propuso enfocar los esfuerzos oficiales hacia la promoción de medidas preventivas que desalienten el consumo excesivo de estos productos.
“Debe haber una sinergia entre las secretarías de Educación y la de Salud, a la que los padres de familia estamos dispuestos a sumarnos a cualquier actividad que emprendan enfocada a concientizar a los niños sobre el hábito y los beneficios de ingerir alimentos saludables”, apuntó.
Añadió el presidente de la Asepaf Tamaulipas que adicionalmente a las frituras, también debe hablarse a los menores sobre los efectos que tiene en el organismo ingerir bebidas azucaradas.
“Insisto, creo que lo malo es comer en exceso comida chatarra y olvidarnos de los alimentos nutritivos, porque muchas veces nosotros como padres compramos chatarra y es precisamente en el seno familiar en donde debemos comenzar a evitar consumirla, a mostrarle a los hijos lo que es bueno y malo para su salud”, subrayó.
QUIEREN GRUPOS
DE 30, EN ESCUELAS
Shalma Castillo
Para la mejora de la calidad educativa es necesario darle agilidad a la iniciativa de establecer un límite de alumnos en las aulas de clase, consideró Itzcalli Ansures Silva.
La Presidenta de la Comisión de Educación Básica en el Cabildo de Victoria dijo que el poner un cierto número máximo de estudiantes en los salones de clase significa mayor atención, más calidad de educación, un apego con los alumnos, más cercanía y seguimiento.
En este sentido, precisó que el número ideal para cumplir con estos propósitos sería no más de 30 alumnos por grupo.
Mencionó que el presidente de la Comisión de Educación en el Congreso el Estado, Rogelio Arellano Banda, presentó dicha iniciativa, la cual se ha turnado.
“Se ha estado turnado, desconozco en qué fase de la iniciativa está pero esperemos que le den agilidad y seguimiento”, refirió.
Sin embargo, dijo que también se requeriría de mayor infraestructura, sobre todo en municipios de la frontera, como es el caso de Reynosa que se encuentra saturado.
Dijo que en Victoria la mayor demanda se encuentra concentrada en las escuelas del centro de la Ciudad, donde los grupos son de mayor cantidad.
“Victoria tiene población flotante donde hay salones que cuentan con 40 alumnos y otras con 20, hay que hacer un balance y equilibrar”, mencionó.
Ante ello, dijo que este trabajo se debe hacer de la mano con la Secretaría de Educación, porque también es parte del modelo educativo, el cual habla de números, propuestas, mejora educativa y se debe ejecutar para que se logre.
En el caso de reubicar alumnos, los padres de familia deben tener la certeza que todas las instituciones educativas pueden ofrecer una calidad y que se cuenta con maestros preparados y competentes.
“En ocasiones se saturan escuelas habiendo espacio en otro, hay que darle confianza a todas las instituciones que pueden brindar servicio de calidad, buscar la ubicación”, indicó.