CIUDAD DE MÉXICO, abril 27 (Agencias)
A primera vista parece que la fama es algo que todos pudiéramos desear, especialmente si va a acompañada de éxito y fortuna pero no es necesariamente así. A veces la persecución permanente de los paparazzi, el acoso en redes sociales, el escrutinio permanente de la vida privada, las preguntas indiscretas que se consideran naturales y legítimas por parte de la prensa y muchas cosas más por el estilo, llegan a cansar a las celebridades.
Aunque sin duda hay quienes adoran esta vida, sus privilegios y los reflectores, hay otros personajes que aborrecen muchas de las cosas que la fama trae consigo. Entérate de quiénes son algunos de ellos.
Harrison Ford
El piloto espacial y héroe de acción favorito de muchos, a veces se expresa en forma un poco sarcástica o indiferente en sus entrevistas, esto tiene una sola razón de ser: Harrison realmente odia ser famoso. Ford ha declarado en numerosas ocasiones que considera que la notoriedad que acompaña al trabajo actoral —y su consecuente pérdida de la privacidad— es una verdadera carga. Ha dicho que de nada sirve conseguir la mejor mesa sólo con dar tu nombre en un restaurante, si el salir a cenar significa que los ojos de todo el lugar estarán sobre ti y quien te acompañe, sin mencionar a las cámaras fotográficas de todos sus celulares. También ha repetido en más de una ocasión, que esto nunca lo anticipó cuando empezó a actuar y que es una consecuencia nada agradable de su trabajo.
Daniel Radcliffe
“Lo más difícil de crecer bajo los reflectores no es el fácil acceso a las drogas ni el entrar a ese mundo extraño en el que puedes conseguir todo lo que se te antoja; lo más complicado es tratar de crear tu identidad cuando todo el mundo tiene una idea preconcebida de cómo eres”, dijo Daniel Radcliffe, quien empezó a actuar a los once años en la exitosísima saga de Harry Potter nada más y nada menos que en el papel protagónico, al tabloide inglés The Mirror.
El fandom de Harry Potter es muy intenso, de tal manera que cada una de las acciones del actor, hoy de 27 años, son seguidas muy de cerca, pero él ha hecho hasta lo imposible por llevar una vida normal. De hecho, no mucha gente sabe que tiene una relación de al menos tres años con la actriz estadounidense Erin Darke, de 31 años, pues él realmente trata de compartir detalles de su vida privada lo menos posible y se ha dedicado a los filmes independientes antes que a los blockbusters.
De hecho, de acuerdo con el sitio NickySwift.com, durante un periodo de cinco meses salió todos los días de su casa con la misma ropa, de esa manera los paparazzi apostados permanentemente fuera de su casa no podían vender sus fotos porque parecerían ser todas del mismo día.
Shailene Woodley
La estrella de la saga de Divergente y del inmensamente popular filme Bajo la misma estrella, Shailene Woodley, de 25 años, dijo al sitio web iVillage, en 2012: “Para mí, las palabras estrella, celebridad y famoso son como groserías. Creo que a menos de que seas Tom Hanks, o alguien así, que no puede salir de su casa sin que inmediatamente lo rodee una multitud, esas palabras no deben aplicarse a cualquiera”. Y por lo que respecta a los beneficios de la fama, añadió: “Es una de las cosas más repugnantes de esta industria, mientras más dinero ganas, más cosas te regalan. Eso me parece muy extraño y no soy fan”.
Johnny Depp
Johnny preferiría tener una vida más anónima y tranquila. El actor de 53 años, en una entrevista en el programa Today, en 2014, comparó la fama con vivir como un fugitivo.
“Todo tiene que tener una estrategia: cómo meterte al hotel, cómo sacarte del hotel, meterte a un restaurante, sacarte del restaurante…”, dijo entonces. Por lo que respecta a lo que entonces era su vida familiar, añadió: “Si quiero llevar a mis hijos a un centro comercial o a caminar en Disneylandia como cualquiera, es totalmente impensable. Eso no existe para mí”. Claro que uno podrá pensar que con los millones que ha ganado con la saga de Piratas del Caribe se sentiría compensado.
Jennifer Lawrence
Jennifer, de 26 años, ha sido una de las actrices más expresivas en lo que se refiere a su desagrado por la fama. En numerosas entrevistas ha hablado de la solitaria que es la vida de los famosos y cómo pasa la mayoría de los fines de semana en su casa porque ningún chico se atreve a invitarla a salir.
En una entrevista con la revista Vogue en 2013 dijo que existía una gran diferencia entre la fama y el anonimato: “Si fuera una chica normal y hubiera hombres extraños acampando fuera de mi casa, podría llamar a la policía y se los llevarían, pero como soy famosa debo soportar esta invasión a mi privacidad como parte de mi trabajo”. Y añadió: “Simplemente no estoy a gusto con eso, soy una chica normal y un ser humano, y no llevo en esto tanto tiempo como para aceptar que así será mi vida de aquí en adelante. No puedo hacer las paces con esto”.