abril 20, 2024
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mayo 6, 2017 | 233 vistas

Rebeca Maldonado.-

A Metro, un joven caballo, lo que más le gustaba era correr en las pistas de carreras, ir a toda velocidad y llegar a la meta, ganó 8 carreras y 300 mil dólares, hasta que por un daño que sufrió en los huesos de su rodilla, tuvo que abandonarlas. Todo parecía ir mal, pues poco a poco su salud se deterioraba, hasta que su familia humana encontró una nueva pasión para él: el arte.

Cuando a Metro lo atacó una terrible enfermedad en las articulaciones, abandonar las pistas era la preocupación menor, pues lo peor estaba por venir cuando los mismos doctores no vieron otra solución a sus terribles padecimientos que sacrificarlo.

Pero afortunadamente, Metro fue adoptado en 2009 por un artista llamado Ron y por su mujer, ellos cuidaron del animal que sufría intensos dolores en su rodilla, problema que se transformó en permanente. Y aunque por varios años tomó medicamentos, en 2012 los médicos dijeron que las articulaciones de la rodilla se estaban uniendo.

Un veterinario les dijo que, al cabo de dos años, se le unirían por completo, y no quedaría otra opción que sacrificarlo. “No quería dejarlo pastando y olvidarme de él. Estaba pensando en cómo podíamos pasar más tiempo juntos”, afirmó Ron.

Con casi todo en su contra, Ron buscó la manera de acompañar a su fiel amigo y después de ver cómo Metro tomaba objetos con su boca y pensó que tal vez podría enseñarle al caballo a tomar un pincel y así crear algo bueno juntos.

“Le enseñé a tocar el lienzo con la nariz dándole un premio, y luego a tomar un pincel”, explicó.

Así fue como el buen Metro se convirtió poco a poco en un artista e hizo obras que Ron creyó lo suficientemente buenas como para poner en venta y así poder costear los gastos de su tratamiento para las rodillas. Las primeras pinturas del caballo fueron vendidas la misma semana de su exhibición, pronto, para 2014 ya tenía una lista de espera de 150 personas que deseaban una creación del equino.

Lo mejor vino después, su veterinario creó una técnica para aplicar una droga llamada Tildren directamente en sus rodillas. “A los pocos meses, radiografías mostraron que el crecimiento óseo se había detenido. El tratamiento le ha agregado años a su vida”.

“Tiene una personalidad extrovertida. Se siente cómodo ante el caballete. Le encanta pintar. No sé en realidad cuánto puede ver, ya que los caballos tienen un punto ciego frente a su hocico. Creo que le gusta la sensación de pasar un pincel sobre el lienzo” dijo Ron.

 

“Tenemos pinturas de distintos tamaños que van desde 50 hasta los 500 dólares. Vendemos a razón de dos por semana”, dijo Ron y la mitad de las ganancias son destinadas a una ONG llamada Nuevas Vocaciones, que reentrena y reubica antiguos caballos de carrera.

Aunque el tratamiento ha podido regresar la salud a Metro de 14 años, Ron y Wendy creen que en realidad el arte fue lo que le dio una segunda oportunidad al talentoso caballo, pues parece disfrutarlo tanto como las pistas. Hasta ahora ya han donado 80 mil dólares. Esta suma permitió ayudar a otros 60 caballos.

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