diciembre 15, 2024
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mayo 9, 2017 | 162 vistas

BEIRUT, Líbano, mayo 8 (AP)

El Ministro sirio de Exteriores rechazó este lunes la idea de que fuerzas internacionales patrullen cuatro zonas seguras establecidas en un acuerdo alcanzado por Rusia, Irán y Turquía. La negativa indica que Damasco sólo aceptaría una “policía militar” rusa que ya se encuentra sobre el terreno.

Damasco aceptaría el acuerdo firmado la semana en la capital kazaja de Astaná, indicó Walid Al-Moallem en una rueda de prensa en la capital siria. Sin embargo, el canciller advirtió que era “prematuro” decir si el acuerdo tendría éxito.

“No habrá presencia de ninguna fuerza internacional supervisada por Naciones Unidas”, afirmó Al-Moallem. “El garante ruso ha aclarado que habrá policía militar y centros de observación”.

Aunque el ministro no aclaró de dónde procedería la policía nacional, pareció referirse a observadores rusos que ya están en Siria.

Al-Moallem también prometió que las fuerzas del Gobierno sirio responderían “con decisión” a cualquier violación o ataque por parte de la oposición.

“Aún hay detalles logísticos a comentar en Damasco, y veremos la extensión del compromiso con este acuerdo”, dijo Al-Moallem.

El acuerdo de alto el fuego propuesto por Rusia, Irán y Turquía entró en vigor el fin de semana y redujo de forma generalizada la violencia en todo el país, aunque siguieron registrándose enfrentamientos, en especial en el centro de Siria. Aún quedan dudas sobre cómo se vigilará el cumplimiento del acuerdo.

Según declaraciones en Kazajistán, Rusia e Irán, que respaldan al gobierno del presidente de Siria, Bashar Assad, y Turquía, que apoya a los rebeldes, podrían desplegar fuerzas armadas para asegurar las cuatro “zonas de mitigación”, lo que supondría una coordinación sin precedentes entre las tres potencias regionales.

Estados Unidos no participa en el acuerdo.

Por otro lado, Al-Moallem dijo que el Gobierno confía en que el acuerdo permita una separación entre grupos armados de oposición y grupos extremistas como la facción de Al Qaeda en Siria.

“Es el deber de estos grupos armados obligar al Frente Nusra (la rama de Al Qaeda) y otros a abandonar sus zonas para que esta área se convierta en una zona de desescalada”, dijo.

Incluso si el acuerdo logra aplicarse, es improbable que eso ponga fin al conflicto. A pesar de varias rondas de negociaciones mediadas por la ONU en Ginebra, el gobierno y la oposición siguen sin alcanzar un acuerdo sobre el futuro papel de Assad en Siria.

Mientras el Ministro hablaba con la prensa, cientos de rebeldes sirios y sus familias subían a varios autobuses para abandonar un asediado barrio controlado por los rebeldes en la capital del país, Damasco, dentro de un acuerdo alcanzado entre los bandos enfrentados.

La evacuación del vecindario de Barzeh, en el nordeste de Damasco, era el primer movimiento de población de ese tipo en la zona.

Decenas de miles de personas han rendido zonas asediadas en los alrededores de Damasco, Homs y Aleppo -la ciudad más grande de Siria- en los últimos meses, a cambio de un traslado seguro a áreas controladas por la oposición en otras partes del país.

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