diciembre 14, 2024
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mayo 12, 2017 | 199 vistas

Rogelio Rodríguez Mendoza.-

Cd. Victoria, Tam.- La activista de Derechos Humanos, Miriam Elizabeth Rodríguez Martínez, asesinada la noche del 10 de mayo en su domicilio en San Fernando, había denunciado desde el 18 de abril pasado, que las autoridades estatales no le estaban dando protección personal a pesar de haberlo solicitado formalmente.

Un video de esa fecha que circula en internet, de una reunión que representantes de colectivos de victimas sostuvieron con la Subsecretaria de Gobierno, Gloria Garza, revela la serie de inconformidades que desde entonces expresaba Rodríguez Martínez.

En la reunión, realizada en Palacio de Gobierno a raíz de la inconformidad de las organizaciones no gubernamentales por el contenido de la nueva Ley de Victimas aprobada por el Congreso del Estado, la activista detallo que había solicitado la protección personal a raíz de la fuga de 29 reos del Centro de Ejecución de Sanciones de Victoria, entre los que iban dos de los secuestradores y homicidas de su hija.

Dijo que uno de los reos fue recapturado pero otro se mantuvo prófugo, por lo que a raíz de eso se sintió insegura al grado de que tuvo que cerrar su negocio en San Fernando.

“A raíz de eso pedí seguridad hasta que el reo fuera recapturado, pero hoy día, la fuga fue desde el 22 de marzo, no he visto esa seguridad solicitada. Fue a verme un Policía a San Fernando y me dijo que iba a estar encargado pero no he visto nada. El viernes, para ser exacto, como a las cuatro de la mañana le hable como 30 vedes y no me contesto. ¿Cuál seguridad?” señaló.

Y añadió: “de hecho, mi negocio , desde el 22 de marzo que fue la fuga de ese reo, y que hay razones que no puedo externar públicamente, esta cerrado . Yo no tengo la seguridad de irme a sentar a mi negocio, que es un lugar público, a trabajar, porque no estoy contando ni siquiera afuera con una patrulla o algo que me de la seguridad en mi de yo seguir trabajando en mi negocio” refirió.

Ante la Subsecretaria Garza, quien se limitó a escucharla, la activista siguió quejándose: “no ocupamos guardaespaldas. Ocupamos un botón de emergencia. Alguien a quien llamarle en caso de tener un problema. Ese policía le estuve hable y hable y hable , y no fue. Es más, luego hable al 911 y nadie fue”.

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