WASHINGTON, E. U., mayo 18 (AP)
Estados Unidos admitió este jueves que la demanda en su territorio por drogas ilegales alimenta la violencia en México y que debe ser reducida para resolver el problema.
Los secretarios de Estado, Rex Tillerson, y de Seguridad Nacional, John Kelly, coincidieron en que su país tiene gran responsabilidad por el problema durante una conferencia de prensa que ofrecieron tras reunirse con sus homólogos mexicanos.
Los estadounidenses “necesitamos asumir este problema. Es nuestro”, dijo Tillerson, al pronunciarse a favor de una campaña en su país contra la drogadicción, y además aumentar el intercambio de información con México para combatir a los narcotraficantes afectando sus lugares de producción, redes de distribución y flujo de efectivo.
Los dos funcionarios señalaron que la demanda estadounidense de opioides y otras drogas es una de las principales responsables de la devastadora cantidad de muertes por sobredosis en Estados Unidos y también de la narcoviolencia en México.
Por su parte, Kelly advirtió que mientras no disminuya el consumo de drogas ilegales en Estados Unidos, “estamos perdiendo una batalla en la frontera”.
SATISFACE AL GOBIERNO
FEDERAL EL DIÁLOGO
(Notimex)
En conferencia de prensa conjunta con el secretario Tillerson, el canciller Luis Videgaray caracterizó el encuentro como uno de análisis, de diagnósticos compartidos y de reconocer la necesidad de atacar todos los eslabones de este modelo de negocios criminal.
“Hoy damos un paso más en la construcción de una nueva relación bilateral entre México y Estados Unidos. Hemos dado un paso muy importante al establecer de manera conjunta un diagnóstico y sobre todo un compromiso de trabajar los dos gobiernos como un equipo”, dijo al concluir el primer diálogo de alto nivel México-Estados Unidos sobre crimen trasnacional.
Por su parte, el secretario de Gobernación de México, Miguel Ángel Osorio Chong, dijo que ambos países requieren acciones más contundentes en sus respectivos territorios contra estos grupos a fin de hacer más equilibrados los esfuerzos.
Dijo que ambos países han reconocido la necesidad de atender toda la cadena de distribución de drogas y combatir las redes criminales que operan en ambos lados de la frontera, y cuyo costo se traduce en pérdida de vidas, ya sea por el consumo en Estados Unidos o el combate de estos grupos criminales en México.