Después de más de una década, Chivas está de vuelta en una final. Con el 1-1 en la vuelta (2-2 global) dejó en el camino al Toluca, que se quedó con las ganas de hacer una diablura en patio ajeno. Matías Almeyda por primera vez llega a disputar una final y quiere darle el trofeo 12 a los rojiblancos.
Chivas salió a no especular con el resultado que le era favorable en el global. Orbelín Pineda se lo hizo ver al Toluca, cuando les estrelló un balón al travesaño apenas cruzando los diez minutos de juego.
Los Diablos de manera discreta mostraban cierto peligro, pero no eran constantes. Al 30′, Chivas se acercó a la final cuando Néstor Calderón puso el 1-0 (2-1) al cobrar un tiro de castigo que se comió totalmente el portero, Alfredo Talavera.
Al descanso, los rojiblancos se fueron con ventaja y generando una ilusión a sus seguidores que abarrotaron el estadio.
Sin embargo, apenas al 48′, Toluca silenció la casa del Rebaño. Fernando Uribe se anticipó a la marca de los tapatíos y sacó un tiro colocado a la izquierda de Rodolfo Cota, quien no pudo hacer nada para evitar el 1-1 (2-2).
Los Choriceros necesitaban de un gol más para acabar con la fiesta rojiblanca. Chivas seguía en la antesala por su posición en la tabla, que fue mejor que la de Toluca.
Al Diablo, conforme fueron pasando los minutos, las ideas se le acabaron en el campo para tratar de encontrar la anotación que les diera el pase a la serie por el título.
Las lesiones volvieron a azotar al Guadalajara. Ángel Zaldívar relevó a un lastimado Carlos Fierro al 54’, pero el Chelo se fue del campo por una molestia al 70’. El tercer cambio también se produjo por lo que lució como problemas en el brazo izquierdo del capitán, Carlos Salcido.
Toluca solo necesitaba de un gol, pero jamás pareció buscarlo con el ahínco que exigía esta instancia. El tiempo se diluyó y Chivas está en la final después de más de una década, a la espera de saber si buscarán la 12 frente a Xolos o Tigres.