México, 21 May (Notimex).- A Claudia le diagnosticaron tenosinovitis de Querbain hace algún tiempo. No fue por una lesión al practicar algún deporte o sufrir un accidente de trabajo en las manos, sino por el uso excesivo de los dispositivos electrónicos.
Su problema de salud fue detectado a tiempo y la utilización de una férula le permitió inmovilizar y reposar los dedos pulgares para reducir el dolor y la inflamación de los tendones, debido al estrés que sometía las extremidades superiores por más de cuatro horas continuas frente a la computadora y el teléfono móvil.
Pero el caso de Claudia Gómez, de 33 años de edad, no es el único. El director de la Unidad de Medicina Física y Rehabilitación Siglo XXI del IMSS, Jaime Alfredo Castellanos Romero, comentó a Notimex que este padecimiento es frecuente en personas económicamente activas.
Quienes se dedican a la jardinería, estilismo, limpieza de metales y captura de datos en la computadora, por ejemplo, tienden a sufrir alguno de esos síntomas porque sus actividades demandan la fuerza y el movimiento repetitivo de los dedos pulgares.
Incluso, dijo, la afección perjudica a mamás y personas que tienen niños pequeños a su cargo. Esto porque levantan y cargan al bebé de manera constante y, en consecuencia, se genera mayor fricción.
Pero esos dedos son usados cada vez más para chatear, enviar correos electrónicos, postear, editar y subir fotos o jugar en consolas de sobremesa, tabletas electrónicas o teléfonos celulares.
El Estudio sobre Hábitos de los Usuarios de Internet en México 2016 reveló que los mexicanos pasan conectados siete horas y 14 minutos al día, una hora y tres minutos más que el año anterior.
Los datos de la Asociación Mexicana de Internet muestran además que el dispositivo móvil es el principal medio de conexión, pues los smartphones registraron 77 por ciento de penetración, con un aumento de 19 puntos porcentuales en comparación con 2014, y el uso de tabletas creció 14 por ciento.
Mujeres y hombres por igual -50 por ciento- navegan en la red. De ellos, 15 por ciento son menores de 13 años, 19 por ciento tienen entre 13 y 18 años, 17 por ciento pertenecen al segmento de 19 a 24 años y 20 por ciento están entre 15 y 34 años.
Debido a esto, indicó, la tenosinovitis de Querbain o tendinitis es incluso más común en los adolescentes de entre 14 y 15 años de edad. “El abuso de esos aparatos está originando el problema de salud; es el único antecedente que tenemos en la historia clínica”, expuso.
El médico del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) señaló que el diagnóstico requiere primero indagar sobre las posibles causas del síndrome doloroso y, con ello, mandar hacer unas radiografías y análisis de las manos y brazos.
De encontrar evidencias de lesiones, dijo, el paciente deberá alejarse de los dispositivos, tomar algún antinflamatorio y/o inmovilizar sus extremidades para recuperar las habilidades y enseguida retomar sus actividades.
En caso de que las molestias persistan, Castellanos Romero puntualizó que es necesario complementar el tratamiento con alguna terapia de rehabilitación: hidroterapia, electroterapia o rayo láser.
Explicó que la primera consiste en aplicar agua con turbulencia durante sesiones de 10 a 15 minutos, a fin de reducir la inflamación del tendón y los nervios de los pulgares, y después calor profundo con un aparato de ultrasonido.
En la electroterapia son colocados estimuladores de baja presión o alta frecuencia para generar un efecto analgésico y el rayo láser tiene el mismo propósito, pero su ventaja radica en dar resultados más rápida y eficazmente.
“Si a esto le sumamos una terapia ocupacional para estimular el movimiento y mejorar la sensopercepción, vamos a garantizar que el paciente sea dado de alta con la funcionalidad máxima de sus dedos”, enfatizó el especialista.
Solo basta ejercitar la mano y el dedo lesionado con un rodillo de manera, pelotas, canicas, monedas, botones o cualquier otro objeto pequeño para hacerlos más fuertes y fácil de mover.
Castellanos Romero refirió que el tipo de molestias son distintas en cada persona y la recuperación dependerá de la gravedad, por lo que pidió acudir al médico ante cualquier síntoma.
Recomendó también hacer un “calentamiento” durante 10 o 15 minutos, antes de llevar a cabo la actividad laboral y, cuando se trabaja por largos periodos, lo ideal es tomar un breve descanso por cada dos horas para evitar daños en los tendones.