La delfinoterapia es una de las prácticas médicas alternativas más populares que existen, principalmente por el afecto natural que los seres humanos profesan hacia estos animales marinos. El nado con delfines de efectos terapéuticos es una técnica que tiene décadas de existencia, y su efectividad en ciertos pacientes ha sido probada repetidamente por varios estudios.
Este tratamiento fue propuesto por primera vez en la década de 1960, por el experto en interacciones seres humanos-delfines, John Lilly, quien anotó que los animales podrían tener efectos benéficos para las personas. Sin embargo, no fue sino hasta los 80 que el psicólogo clínico David Nathanson propuso esta técnica para aliviar ciertos padecimientos mentales, y catapultó a la delfinoterapia en el mundo médico.
Nadar con delfines fue en principio utilizado para tratar afecciones como déficit de atención, autismo, síndrome de Down e hiperactividad. Sin embargo, algunos estudios han demostrado que las ondas ultrasónicas de estos cetáceos estimulan la producción de endorfinas; así que este tipo de terapias son efectivas para cualquier persona, pues estimulan el sistema inmunológico y el estado de ánimo.
Ciertos expertos de la delfinoterapia aseguran que los ultrasonidos de ecolocación de estos mamíferos pueden tratar múltiples tipos de cáncer
Por estos beneficios, la delfinoterapia ya no sólo se utiliza en el tratamiento de individuos con capacidades diferentes. Entre sus principales pacientes, se cuenta a jóvenes y adultos que están en medio de un proceso de desintoxicación de drogas, personas que luchan en contra de la depresión clínica, individuos bajo los síntomas del estrés, y mujeres embarazadas.
La delfinoterapia se practica en cualquier lugar del mundo, pero los centros más importantes se concentran en México, Australia, Estados Unidos y Argentina. Incluso se puede usar la Realidad Virtual para dar un tratamiento remoto que, si bien es mucho menos efectivo que el nado con delfines real, puede servir para dar continuación a la terapia física y prolongar sus efectos.
Una sesión regular de nado con delfines puede extenderse entre 15 y 30 minutos, mientras que un tratamiento prolongado debe repetir estas sesiones una vez a la semana por al menos mes y medio. Los beneficios pueden percibirse desde el primer día y prevalecen hasta medio año. En estas sesiones se realizan ejercicios, juegos y caricias entre el paciente y el animal; comúnmente de la especie nariz de botella.