LONDRES (AP) — La policía británica arrestó el domingo a unas 12 personas como parte de su investigación del hecho en que varios atacantes usaron una camioneta y cuchillos para matar a siete personas en una zona concurrida de Londres. Los principales partidos políticos del Reino Unido suspendieron temporalmente sus actos de campaña apenas unos días antes de una elección nacional.
La primera ministra, Theresa May, dijo que la votación tendrá lugar el jueves, como estaba previsto, porque «no permitiremos nunca que la violencia interrumpa el proceso democrático».
El ataque comenzó y terminó rápidamente el sábado por la noche, luego de que el vehículo abandonó la calzada y embistió a los peatones en el Puente de Londres. Posteriormente, tres hombres salieron de la camioneta con cuchillos grandes y atacaron a la gente en bares y restaurantes del cercano Borough Market, según la policía y testigos. La policía dijo que sus agentes mataron a disparos a los tres agresores en apenas ocho minutos.
«Ellos dijeron: ‘Esto es por Alá’ mientras tenían una mujer en el piso. La estaba apuñalando», dijo el testigo Gerard Vowls.
Florin Morariu, un rumano que trabaja como cocinero en la panadería Bread Ahead, dijo que vio gente corriendo y algunos desmayándose. Dijo que vio a dos atacantes acercándose a otra persona. «Empezaron a meterle el cuchillo en… y me quedé congelado, no sabía qué hacer».
Dijo que logró acercarse a un atacante y «golpearlo cerca de la cabeza» con una canasta de pan.
«Había un automóvil con un altavoz que decía ‘corran, corran’’ y ellos (los policías) arrojaron una granada… y luego corrí «, añadió.
La policía informó que varios agentes antiterroristas allanaron el domingo por la mañana varias direcciones en Barking, un suburbio del este de Londres, donde arrestaron a 12 personas en relación con el ataque.
Los hospitales de la ciudad atendieron a 48 heridos, según funcionarios de los equipos de emergencia. Entre ellas había algunas con heridas que amenazan la vida y otras que sufrieron lesiones de menor gravedad.
Fue el tercer ataque en Gran Bretaña en los últimos tres meses. Gran Bretaña ya estaba nerviosa después de un atentado suicida hace dos semanas luego de un concierto de Ariana Grande en Manchester, en el noroeste de Inglaterra, que mató a 22 personas e hirió a decenas más.
Grande y otras estrellas tenían programado ofrecer un concierto de beneficencia para las víctimas el domingo por la noche en Manchester, en medio de estrictas medidas de seguridad.
La cifra de muertos por el ataque extremista en el corazón de Londres subió el domingo a siete personas, mientras la primera ministra May celebraba una reunión de emergencia con el gabinete de seguridad para gestionar la crisis. Los tres atacantes abatidos no fueron incluidos en el número de siete muertos por el ataque.
May condenó el domingo los ataques terroristas en Londres y Manchester y afirmó que “ya basta”, reclamando medidas más duras ante el “terrorismo que engendra terrorismo” ya que los atacantes se imitan entre sí.
El grupo Estado Islámico reivindicó el atentado en Manchester, pero nadie se ha atribuido el ataque de la víspera, que la primera ministra vinculó con el extremismo islámico.
La mandataria afirmó que si bien los últimos ataques no están conectados, coinciden con la “maligna ideología única” de que los valores occidentales son incompatibles con el islam.
May añadió que las autoridades británicas han frustrado cinco conspiraciones creíbles de ataques desde marzo.
La violencia convirtió una tranquila noche veraniega en una escena de pánico y caos, en la que los policías corrían por calles abarrotadas gritando a la gente que huyera del lugar. Botes salvavidas en el Támesis ayudaron a evacuar la zona.
La Policía Metropolitana declaró los ataques «incidentes terroristas», aunque nadie se atribuyó el atentado en un primer momento.
«Anoche vimos otro estremecedor y trágico incidente en Londres, algo que confiábamos en no volver a ver», dijo la comisaria de la Policía Metropolitana, Cressida Dick, que pidió al público mantenerse tranquilo y alerta. Muchas personas pusieron en peligro su seguridad para ayudar a otras, atender a los heridos graves y hacer frente a los agresores, informó.
Los últimos ataques se produjeron apenas unos días antes de las elecciones generales del jueves. Se esperaba que el Partido Conservador de May ganara por un amplio margen, aunque los últimos sondeos han reflejado un margen cada vez más estrecho. Los principales partidos suspendieron sus actos electorales del domingo.
El alcalde de Londres, Sadiq Khan, dijo que los agresores pretendían interferir con la democracia y con los preparativos electorales, pero que eso no ocurriría. Pidió a los londinenses que se mantuvieran atentos, aunque afirmó que «estoy seguro de que somos una de las ciudad globales más seguras del mundo».
El comisionado asistente de la Policía Metropolitana Mark Rowley informó que si bien creían que todos los agresores habían sido abatidos, la investigación seguía en marcha.
«Creemos que participaron tres personas, pero aún tenemos que hacer más averiguaciones para estar seguros al 100%», informó.
Cuando amaneció sobre la capital inglesa, una gran área en la orilla sur del Támesis permanecía acordonada. La policía pidió a la gente que evitara la zona, dejando a turistas y vecinos que habían salido tratando de arreglárselas para volver a casa.
Apenas unas horas antes, el sonido de los disparos se oía en las calles _probablemente de las armas de la policía_ y se oyeron al menos tres detonaciones cuando los agentes hicieron varias explosiones controladas. Una fotografía tomada por un testigo mostraba a un hombre en el suelo rodeado por la policía. Parecía vestir un chaleco con latas adosadas.
«Los sospechosos llevaban lo que parecían chalecos bomba», dijo Rowley. «Pero más tarde se determinó que eran falsos».
La policía recibió el primer aviso sobre un atropello en el puente a las 10:08 de la noche. Los agresores estuvieron muertos en ocho minutos, informó Rowley.
Varios testigos dijeron que un vehículo se salió de la calle y atropelló hasta a seis peatones.
Poco después empezaron a darse avisos de apuñalamientos en Borough Market, una zona cercana llena de bares y restaurantes en torno a un popular mercado de comida.
El fotógrafo Gabriele Sciotto dijo que volvía a su casa de un pub cuando vio a un hombre que corría hacia él diciendo que se diera la vuelta y corriera porque había un ataque terrorista. Sin embargo, como cineasta de documentales, siguió hacia delante.
Al principio, informó el documentalista de 25 años, «no parecía demasiado peligroso».
Los hombres avanzaron hacia el Borough Market, pero después se dieron la vuelta y corrieron hacia el pub Wheatsheaf cuando un policía les hizo frente, y de pronto muchos policías llegaron desde otra dirección.
Los agresores, dijo Sciotto, «no tenían ni idea de lo que hacían. Estaban asustados. La policía estaba asustada».
Cuando uno de los hombres fue abatido, Sciotto hizo una foto del sospechoso en el suelo, vestido con lo que parecían latas adosadas a la ropa.
La policía dijo en un principio que las autoridades también habían respondido a un tercer incidente en el barrio de Vauxhall, pero más tarde afirmó que se trataba de un apuñalamiento no relacionado.
Cuando miles de personas huyeron de la zona de los ataques, muchas sin poder volver a casa tras el cierre de las estaciones cercanas de metro, la gente de la zona se apresuró a prestar ayuda.
El pub Royal Oak, cercano al lugar de los ataques, abrió sus puertas a gente evacuada de los hoteles. Al menos una empresa de taxis ofreció viajes gratis a gente varada en el área. Phaldip Singh, que se describió como un emprendedor y activista juvenil, tuiteó que los templos sij estaban abiertos para ofrecer comida y cobijo a los afectados.