WASHINGTON, E. U., junio 6 (Agencias)
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo este martes que los líderes con los que se reunió durante un viaje a Oriente Medio le advirtieron que Qatar está financiando a la “ideología radical”, después de que él exigió que se tomaran acciones para detener el financiamiento de grupos militantes.
Los comentarios en Twitter -los primeros de Trump desde la división entre Qatar e importantes países árabes por el supuesto respaldo a Irán y a grupos islamistas- tuvo lugar en momentos en que el líder de Kuwait se preparaba para viajar a Arabia Saudita para intentar mediar en la disputa.
Qatar niega con vehemencia las acusaciones en su contra y afirma que carecen de base. No obstante, los qataríes se apiñaban en los supermercados para abastecerse frente a la crisis.
Arabia Saudita, Egipto, Emiratos Árabes Unidos y Bahréin cortaron relaciones con Qatar y cerraron su espacio aéreo a vuelos comerciales el lunes, en la peor división entre poderosos estados árabes en décadas.
“Durante mi reciente viaje a Oriente Medio dije que ya no se puede financiar a la ideología radical. Los líderes apuntaron a Qatar – ¡miren!”, escribió Trump en Twitter.
Los comentarios otorgaron credibilidad a la visión de algunos analistas de que durante su viaje a Oriente Medio, Trump alentó a los países árabes a adoptar acciones, pese a que Qatar es un aliado de Estados Unidos y alberga a una base militar estadounidense.
Funcionarios del Golfo Pérsico dijeron que el emir de Kuwait, jeque Sabah Al-Ahmad Al-Jaber Al-Sabah, se reunirá con el rey Salman de Arabia Saudita más tarde el martes con la esperanza de reparar la dañina división que ha afectado a los precios globales del petróleo y a los vuelos y que ha sembrado confusión entre los banqueros y empresarios en la región.
La división entre los estados suníes emergió el mes pasado después de que Trump asistió a una cumbre de líderes musulmanes en Arabia Saudita, donde denunció las “intervenciones desestabilizadoras” del Irán chií en tierras árabes, donde Teherán está enfrascado en una disputa por influencia con Riad.