José del Carmen Perales Rodríguez.-
Cd. Victoria, Tam.- La necesidad de padres e hijos de estar comunicados, incluso en horario escolar, ante la situación de violencia que prevalece, debe ser consensuada con las autoridades escolares para evitar no solo distracciones, sino también que se dé un mal uso a los teléfonos celulares, aseguró el abogado Juan Carlos Soto García.
Asimismo, para el presidente del Colegio de Abogados de Ciudad Victoria, este tipo de acuerdos evitará que surjan diferencias entre docentes y padres que incluso puedan llegar al extremo de recurrir a los tribunales.
“La finalidad de prohibir los celulares en las escuelas es que no se distraigan haciendo otras cosas e incluso evitar que hagan cosas negativas, pero también hay que entender que a los padres de familia nos importa estar comunicados con nuestros hijos”, comentó.
Sin embargo, Soto García consideró que si los padres ven la necesidad de que sus hijos traigan un teléfono celular, tampoco se debe exagerar dándole uno de vanguardia que les dé muchas opciones para que se distraigan, pues desde su punto de vista con uno básico basta.
“El derecho de la familia de estar comunicada y el derecho a que la educación sea efectiva se llama ponderación, aquí lo importante es que no se distraigan los jóvenes o niños con los teléfonos, debe buscarse un equilibrio”.
El abogado consideró que en caso de prohibición tampoco se debe caer en el extremo de retener los aparatos a lo largo del ciclo lectivo, porque nadie puede ser privado de sus cosas sin haber sido oído.
“Pero si se da la regulación para que en una escuela o salón no porten celulares y el alumno lo lleva, entonces está incumpliendo con una disposición y entonces sí se podría retener hasta el final de la jornada o hasta que acudan sus padres”, apuntó.
Finalmente, Soto García dijo que si bien por una parte está la educación que imparte el Estado, en las escuelas públicas, y por otro lado las escuelas privadas, “no debe olvidarse que ambos sistemas están sujetas a lo que diga la Ley de Educación”.
