WASHINGTON, E. U., junio 7 (AP)
El presidente Donald Trump anunció este miércoles en Twitter que nominará a un ex funcionario del Departamento de Justicia como director del FBI.
En el tuit matutino, el mandatario dijo que el abogado Christopher Wray es “un hombre de credenciales impecables. Detalles a seguir”. No dio más información.
Su nombre surgió de una lista de ex fiscales, políticos y funcionarios policiales entrevistados por Trump desde que despidió al director del FBI James Comey el mes pasado.
Actualmente, Wray trabaja en la práctica privada para el bufete King & Spalding. Representó al gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, durante la investigación del cierre del puente George Washington. Dos ex colaboradores de Christie fueron acusados de planear el cierre de carriles del puente para castigar a un alcalde demócrata que no apoyaba al Gobernador republicano.
Hace una semana, Christie dijo que tiene “plena confianza en Chris. Es un abogado sobresaliente. Tiene absoluta integridad y honestidad y creo que el Presidente no cometería un error si pidiera a Chris Wray que fuera el director del FBI”.
Wray trabajó para el Departamento de Justicia durante el gobierno del presidente George W. Bush, donde ascendió hasta la dirección de división criminal y supervisó investigaciones sobre fraude corporativo durante el tiempo en que Comey fue subprocurador general. Wray se hizo cargo de un grupo de fiscales y agentes del FBI creado para investigar el escándalo de Enron por fraude contable.
Legisladores republicanos dijeron este miércoles que Wray les parecía una buena elección. Los asistentes a una reunión de comité a puertas cerradas dijeron que no habían recibido aviso de la decisión del presidente.
El congresista Mike Conway, de Texas, dijo que “a primera vista, parece un gran candidato para dirigir el FBI”. Añadió que no había recibido un aviso: “Ustedes (los periodistas) me sorprendieron con la noticia”.
Comey comparecerá ante el comité de inteligencia del Senado el jueves, donde se espera que describa sus conversaciones con Trump en las semanas antes de ser despedido el 9 de mayo. Lo que diga el ex jefe del FBI podría ofrecer nuevos detalles sobre la investigación federal sobre la presunta intromisión electoral de Rusia.
La Casa Blanca y sus aliados han buscado maneras de contrarrestar ese testimonio potencialmente dañino y trabajan en estrategias dirigidas a socavar la credibilidad de Comey.