CIUDAD DE MÉXICO, junio 8 (Agencias)
En un operativo simultáneo con las autoridades de México, el Organismo de Investigación Judicial de Costa Rica (OIJ) desarticuló este jueves una banda de pornografía infantil que se disfrazaba de agencia de modelos para reclutar a sus víctimas.
El director del OIJ, Walter Espinoza, explicó a los periodistas que en Costa Rica se llevaron a cabo ocho allanamientos, y se detuvieron a cinco personas, mientras que en México hubo siete allanamientos para detener a otros cinco sospechosos de integrar la banda criminal.
Los detenidos en Costa Rica son cinco costarricenses de apellidos Solano, Núñez, Arroyo, Barrantes y Prado, a quienes se les imputan los delitos de producción y difusión de pornografía infantil, violaciones, abusos sexuales y explotación sexual, contra al menos 26 víctimas cuyas edades oscilan entre los 11 y 17 años.
“Esta organización captaba a las víctimas en redes sociales, hacía promociones relacionadas con el modelaje dirigido a mujeres menores de edad. Hacían videos y fotos de las menores en esquemas de naturaleza sexual, manteniendo relaciones sexuales y eso lo lograban mediante amenazas y violencia física”, explicó Espinoza.
Los videos y fotos eran distribuidos en páginas por suscripción de Internet y también en la Internet profunda (deep web), y eran vendidos por sumas que iban desde los 500 hasta los cinco mil dólares.
La investigación determinó que la red tenía operaciones desde 2009 en México y Costa Rica, y que los videos y fotos llegaban hasta usuarios de Europa, Asia y América.
El director del OIJ afirmó que el caso en Costa Rica es sólido para lograr una condena contra los sospechosos, pero afirmó que es posible que haya más víctimas, a quienes pidió denunciar sus casos ante las autoridades.
Esta red operaba una agencia de modelos llamada VDM Models, mediante la cual reclutaban a las menores con la promesa de convertirlas en modelos, pero en su lugar les tomaban fotos y videos pornográficos, las violaban, y las amenazaban con matar a sus padres si contaban lo sucedido.
“El OIJ pretende ser implacable ante este tipo de delitos. La pornografía infantil, la explotación de menores y la generación de ganancias a través del sexo que involucra a menores de edad, no lo podemos permitir en Costa Rica. Es un fenómeno que está creciendo por el avance de la tecnología”, expresó Espinoza.