Rogelio Rodríguez Mendoza.-
Cd. Victoria, Tam.- La crisis de las cárceles de Tamaulipas y de la mayor parte del país se debe a que han colocado en los cargos penitenciarios a personas que no tienen ni conocimiento de la ley, ni vocación, ni emoción, advirtió Manuel del Riego de los Santos.
“¿Cuál es el problema? Que designan en los cargos penitenciarios a personas que ni tienen conocimiento, ni emoción, ni vocación de servicio, y mucho menos interés por lo que diga la ley. Ellos solo van a tratar de negociar los espacios en las prisiones y ceder al autogobierno en la administración de los Centros de Ejecución de Sanciones, (Cedes)”, aseguró el ex director del sistema penitenciario de Tamaulipas en el periodo de 1999 a 2004.
Y añadió: “Son directores que tienen ganas de ganar dinero y ch… al que se deje, pero de las cárceles no saben ni m…”.
Bajo esa situación, de colocar a improvisados como responsables del manejo penitenciario, es imposible cumplir con el propósito último del sistema de justicia, que es el de reinsertar socialmente al que ha delinquido.
“Se les olvida y son tan ingenuos, de poco talento, que las cárceles son el punto de contaminación social más grave que hay. La cárcel es la maestría y el doctorado para quienes han delinquido en las calles. Ahí van a sofisticarse de la manera que van a cometer delitos”, mencionó.
De igual manera, consideró como absurdo y aberrante colocar a militares al frente de las instancias de seguridad pública.
“De ese tamaño es la ignorancia. Es aberrante. El artículo 18 dice que el fin del sistema penitenciario es recuperar al ser humano, pero de eso no entiende un militar. De las cárceles no saben ni madre tampoco”, consideró.
Del Riego de los Santos señaló que, en consecuencia, mientras el Gobierno no se preocupe por colocar al frente del sistema penitenciario y de cada una de las prisiones a personas que conozcan a detalle la Ley de Ejecución de Sanciones, pero que además tengan vocación y emoción, cualquier esfuerzo por poner orden en los penales será infructuoso.
Además, dijo, tampoco debe ser pretexto que las prisiones carecen de suficientes custodios o que están sobrepobladas.
“Cuando nosotros estuvimos ahí acabamos con los autogobiernos, pusimos orden, y no tuvimos que golpear ni matar a nadie. Y fue así porque lo único que se requiere es aplicar la ley y comprometerte y emocionarte con tu responsabilidad en lo que haces”, indicó.
“Ni el crimen organizado debe ser un pretexto”, sentenció.
Por ejemplo, refirió, la ley dice que los reos deben recibir educación, trabajo, entretenimiento, deporte y atención médica, porque son elementos necesarios para la reinserción social de cada uno de ellos.
“Pero el problema es de que nada de eso se les da a los prisioneros y en cambio se permite que grupos de internos asuman el mando interior a través de los autogobiernos. Bajo esas condiciones es imposible que no haya violencia como la que ha sucedido en los últimos días en el penal de Victoria”, mencionó.
E insistió: “La Ley de Ejecución de Sanciones te dice a detalle lo que hay que hacer, por lo que tú como director lo que debes hacer es aplicarla. Los autogobiernos se dan cuando la autoridad lo permite, y ahora no solo lo permite, sino que también lo fomenta”.
Autor de un libro llamado “Manual Práctico del Director del Reclusorio”, en el que se señala cómo prevenir fugas, túneles, autogobiernos y una serie de ilícitos que se cometen hacia el interior de las prisiones, Del Riego dijo que hay investigaciones científicas que establecen que solo el siete por ciento de los prisioneros merece estar en la cárcel.
“El otro 93 por ciento es gente influenciable, manejable y prácticamente nueva. Entonces cuando la mayoría es gente buena no puede haber autogobiernos sin el consentimiento de la autoridad”, indicó.