Shalma Castillo.-
Cd. Victoria, Tam.- Sábado soleado y caluroso, alrededor de las once de la mañana comenzaron a llegar los autobuses al Gimnasio Multidisciplinario de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) en esta Capital.
Venían de diferentes municipios, usando la misma logística de aquellos a los que nos acostumbró el Partido Revolucionario Institucional (PRI) en sus mejores tiempos.
La gente venía de municipios como Nuevo Laredo, Matamoros, Reynosa, Abasolo, Tampico, Ciudad Madero, Mante, Xicoténcatl, Tula, entre otros. La mayoría de ellos con un letrero de “Morena” al frente que los identificaba.
Sin duda alguna era gente conocida como “acarreados”, por la manera en que arribaron y las instrucciones que recibían de los organizadores al llegar al lugar.
Iban niños, jóvenes, adultos y personas de la tercera edad que se bajaron de los camiones con banderas y lonas con leyendas de “La esperanza de México”; “Unidos por la esperanza”; #Morena; #aDarle.
No era un evento priista, aunque por todo lo que se daba alrededor era muy semejante a aquellos que se hacían en el Polyforum o en el Centro Cívico, donde la gente traída de colonias y comunidades le ponen ambiente y color con los huapangos, polkas y música regional.
El ambiente empieza a sentirse, luego de que comenzó a tocar el trío “Los Hermanos Aparicio Hernández”.
Un recinto en donde los comerciantes no podían dejar pasar la oportunidad y hacer negocio con la venta de playeras, plumas, gorras, chalecos, calcomanías, bolsas, pines (botón) con la impresión de “Morena” y hasta peluches de la caricatura de Andrés Manuel López Obrador.
Once y media de la mañana y las butacas del “Multi” vacías, apenas se comenzaban a llenar las sillas que colocaron en la duela, mientras que los que ya habían llegado bailaron al son de huapangos, entre porras de Morena y aplausos.
Cinco para las 12 y llegó el primer ex priista y ex candidato a la diputación por el XV Distrito de la Capital, Eduardo Gattás; enseguida Felipe Garza Narváez, quien después de 40 años dejó el Revolucionario Institucional.
Entre los invitados especiales, es decir, los que están al frente, también estaba el ex diputado local por el XX Distrito de la bancada priista, Erasmo Gonzáles Robledo.
Minutos después del mediodía, la gente continuó llegando, algunos, antes de entrar al evento, se compraron unos tamalitos y un refresco para no andar con la “panza” vacía, porque no saben cuánto tiempo iban a estar ahí.
Doce y media, y el lugar se había llenado en un 90 por ciento, quedaban alrededor de 50 butacas por ocuparse. Mientras que llegaba el presidente del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Andrés Manuel López Obrador, para encabezar el evento de la “Firma del Acuerdo Político de Unidad por la Prosperidad del Pueblo y el Renacimiento de México”, los músicos continuaron ambientando con su música tradicional.
Lo que no era igual, aunque sí muy parecido, fueron los gritos y las porras. Diferentes por las palabras, pero igual por la coordinación y la ubicación para gritarlas. Y es que faltando 20 minutos para la una de la tarde comenzaron a escucharse los gritos de aliento de la gente, “de norte a sur, de este a oeste, ganaremos esta lucha cueste lo que cueste”, “Morena tú eres la esperanza, Morena sí aguanta”.
Doce con 45 minutos, arribó otro ex priista e hijo de un ex gobernador, el doctor Américo Villareal Anaya.
Los “morenos” y “morenas” siguieron ambientando con la batucada “tampiqueña”, mientras que otros aplaudían y bailaban con globos color guindo en las manos.
Pasando minutos después de la una de la tarde, con matracas, aplausos, el ritmo de la batucada, el animador en el micrófono echando porras a su líder, la gente parada de sus lugares e incluso arriba de las sillas, recibieron a AMLO, quien ingresó por una valla de honor entre sus militantes, quienes no dejaron pasar la oportunidad de tomarse una “selfie” con él. Sí, así como en los eventos tricolores.
Mientras que algunos de sus representantes locales e invitados especiales lo esperan arriba del templete, donde también se pudo observar a José Ramón Gómez Leal (JR), hermano de la primera dama de Tamaulipas, Mariana Gómez de García Cabeza de Vaca.
Al momento de que el ex subsecretario por dos sexenios de Calidad y Atención Médica Especializada, Américo Villareal Anaya, firmó el acuerdo, fue abucheado por el público.
Al contrario que Erasmo González Robledo, a quien se le aplaudió y tocó la batucada.
Algunos de sus militantes aplaudieron y otros gritaron cosas a los ex priistas.
Para entonces “El Peje” iniciaba su discurso, no pudo dejar pasar decirles a sus seguidores que no se dejen engañar, que “el PRI y el PAN son lo mismo”, que para sumar votos tienen que pagar dinero o entregar despensas, y “frijoles con gorgojo”.
Después de un largo discurso de más de 30 minutos, la gente empezó a echarse aire con papel, cartulinas, abanicos de mano, por el calor bárbaro que hacía dentro del gimnasio, aun así le aplaudieron y gritaron de emoción.
“Viva el pueblo de Tamaulipas, viva México”, portando el obsequio de una cuera tamaulipeca y entonando el Himno Nacional, se despidió Andrés Manuel López Obrador de los tamaulipecos.
