LONDRES, Inglaterra, junio 12 (Agencias)
Lindsay Lohan fue elegida para participar en la segunda temporada de Sick Note, una serie protagonizada por Rupert Grint, Nick Frost y Don Johnson.
La estadounidense, cuya última aparición destacada en la pequeña pantalla fue un cameo en la comedia “2 Broke Girls”, compartió en su cuenta de Instagram una fotografía mostrando su nuevo look en el set de rodaje junto al protagonista de Harry Potter y al reconocido comediante británico de 45 años. La neoyorquina de 30 años dará vida a la hija de Kenny West, personaje al que encarna el ex marido de Melanie Griffith.
Con este nuevo proyecto, Lindsay logra hacerse un hueco en la industria televisiva británica. Desde que decidió vivir en Londres para alejarse de las adicciones que habían marcado su juventud en Hollywood, la estrella cinematográfica ha trabajado duro por ser considerada en el “viejo continente”.
Además, si de algo se puede sentir orgullosa “Lilo” es de la fidelidad de sus seguidores, que no han dejado de apoyarla desde que se convirtió en ídolo infantil en la década de los 90.
TROPIEZO AMOROSO
Quedan ya muy lejos las imágenes que protagonizó el año pasado junto a su entonces prometido, el multimillonario Egor Tarabasov. En agosto de 2016, Radar Online publicó el video de la violenta discusión que la actriz mantuvo con el que era su pareja en una playa de Mykonos (Grecia), pocos días después de acusarle de un intento de asesinato durante un fuerte altercado en su residencia. “Ninguna mujer es capaz de ser agredida de esta manera y continuar con él. Egor bebió demasiado y se puso como loco. Ahora me doy cuenta que no se puede permanecer en una relación solo por amor”, dijo la celebridad a Daily Mail.
Su primera entrada en rehabilitación se produjo en enero de 2007 y después de una semana sin consumir una gota de alcohol. Aunque el ingreso fue voluntario, abandonó 20 días más tarde y para desesperación de su entorno empezó a consumir otro tipo de sustancias. Cuatro meses más tarde, Lohan estrelló su Mercedes Benz, según la policía estaba dormida debido al estado de embriaguez con la que se subió al vehículo. Dos meses más tarde, en mayo, reincidió, por lo que las autoridades le quitaron su licencia de manejo y a finales de ese mismo año cumplió una hora y media de prisión.
AMANTE DE LO AJENO
De poco le sirvió estar tras las rejas porque en 2008 la intérprete dio rienda suelta a otra de sus malas costumbres: la cleptomanía. La cantante fue acusada de robar un abrigo por un valor de once mil dólares. Por aquellos días, Lilo, entre otras controversias, confesó a un medio de comunicación ser una adicta al sexo, protagonizó una polémica portada desnuda al estilo Marilyn Monroe y se la relacionó con la DJ Samantha Ronson.
Sin embargo, la situación se tornó especialmente grave a lo largo de 2010.
En junio fue obligada a portar un brazalete para controlar sus problemas con el alcohol y poco después fue condenada a 90 días de prisión por violar los términos de la libertad condicional.
Dos meses después regresó a un centro de rehabilitación, donde protagonizó un fuerte altercado con una de sus empleadas, y del que salió en enero de 2011 con serias duras de haber superado sus problemas.
VIDA DE CAOS
Un año más tarde, y tras una fuerte pelea con su madre, Dina, su representante decide dimitir de su puesto. Sin publicista, sin trabajo y con medio Hollywood dándole la espalda, a la rebelde cantante se le abría otro frente complicado: Hacienda le reclamaba 233 mil dólares. En aquella ocasión tuvo la suerte de que otro “malo” de la meca del cine, Charlie Sheen, se apiadara de ella y le prestara cien mil dólares.
“La gente tiene una imagen de mí que solo es caos”, declaró en la apertura de “Lindsay: Una nueva oportunidad”, un “docureality” con el que intentó lavar su imagen y que fue cancelado del canal de Oprah Winfrey no solo por las bajas audiencias, sino por las quejas que le habían llegado a la polifacética productora del documental.
“Si de verdad quieres cambiar tu vida, no puedes hacer estupideces y desperdiciar lo que has conseguido hasta ahora. Tienes que dejar de hacer las tonterías que estás haciendo, déjalo ya”, le espetó la veterana actriz a su pupila.
“No quiero perder algo que realmente aprecio en mi vida, mi cordura. Nada es más importante que mi sobriedad y que sentirme feliz”, fue la contestación de Lilo antes de la cancelación definitiva del show.
Una sensatez que estuvo en serio peligro el verano pasado, pero que, tras muchos años viviendo en una constante montaña rusa, puede que por fin haya alcanzado.