Rogelio Rodríguez Mendoza
Los apicultores de Tamaulipas no se salvaron de la sequía a consecuencia del fenómeno climatológico la cosecha anual de miel se redujo en un 50 por ciento.
“Solo pudimos levantar alrededor de 750 toneladas cuando el promedio por año es de mil 500”, precisó Tomás Anaya Berrones, ex dirigente de los productores apícolas del estado.
Dijo que la ausencia de lluvias provocó que no hubiera floración en los árboles citrícolas y en los mezquites, por lo que las abejas no pudieron producir la miel de otros años.
Los municipios mieleros de Tamaulipas son: Llera, Tula, Victoria, Padilla, Hidalgo y Güémez, entre otros.
Ante la problemática de la sequía, los apicultores están esperando que el Gobierno del Estado y el federal activen el programa emergente contra la sequía, a través del cual les venden a mitad de precio el azúcar para alimentar las colmenas.
Anaya dijo que afortunadamente la poca producción de miel en el mercado disparó el precio del kilo, porque de 52 pesos que se vendía pasó a 72 pesos.
El aumento de 20 pesos por kilo se debe principalmente a la disparidad del peso frente al dólar, ya que la comercialización del endulzante está dolarizada.
“Por un lado perdimos al reducirse a la mitad la cosecha de miel pero por la otra ganamos con una mejora importante en el precio. Lo ideal hubiera sido que también levantáramos una buena cosecha pero la naturaleza no lo permitió”, mencionó.
En ese mismo sentido explicó que la miel tamaulipeca fue comprada en su totalidad por empresarios de Nuevo León y Aguascalientes, que luego la exportan a Estados Unidos y Alemania.
Dijo que el producto tamaulipeco tiene enorme demanda en el extranjero, pero el problema es de que no hay muchas personas interesadas en dedicarse a la apicultura pese a que Tamaulipas tiene un potencial abundante.