MOSCÚ, Rusia, junio 16 (AP)
Ha sido mercadeada como una especie de ensayo para la Copa del Mundo, lo que quizás haya contribuido a que algunos países, como la actual campeona del mundo, Alemania, no se la tome tan en serio.
En cambio, la Copa Confederaciones no es ningún chiste para México y Chile, que encaran el torneo con lo mejor que tienen. La competición arranca el sábado con el duelo entre la anfitriona Rusia y Nueva Zelanda en el nuevo estadio de San Petersburgo, una de las principales obras para el Mundial del próximo año en el país.
Desde medidas de seguridad hasta la tecnología de videoarbitraje, Rusia y la FIFA probarán de todo en la Confederaciones que se disputará del 17 de junio al dos de julio en Moscú, San Petersburgo, Sochi y Kazán. Estas cuatro ciudades, y siete más, serán las sedes en la Copa del Mundo de 2018.
El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, ha insinuado que esta podría ser la última edición de la Confederaciones, un torneo ideado a principios de la década de los 90 por Arabia Saudí y que desde 1997 organiza oficialmente el ente rector del futbol mundial. Desde 2001 se realiza cada cuatro años en el país que acogerá el Mundial al año siguiente, con la participación de ocho equipos: los monarcas de cada una de las seis confederaciones continentales, el campeón del mundo y el anfitrión.
“Estamos evaluando todas las posibilidades”, expresó Infantino en noviembre, anticipando que bajo el formato actual el torneo de 2021 tendría que disputarse en pleno verano en Catar, sede del Mundial de 2022. “¿Deberíamos jugarla en junio, debería ser en noviembre? ¿Tenemos que replantearnos el formato?”.
La venta de boletos fue menor a lo que los organizadores esperaban. Chile tendrá el mayor contingente de hinchas extranjeros, un dato sorprendente tomando en cuenta que sus seguidores tendrán que viajar unos diez mil kilómetros para llegar al primer partido de su selección, el domingo contra Camerún en Moscú.
Alemania utiliza el torneo para probar su nueva camada de jugadores. El técnico, Joachim Loew, convocó apenas a tres futbolistas del plantel que ganó en 2014 en Brasil y usará a figuras en ascenso como Joshua Kimmich (22 años), Timo Werner (21) y Niklas Sule (21).
“Es una oportunidad para que muchos jóvenes talentosos se den a conocer”, señaló Lukas Podolski, exdelantero de la selección germana que disputó la Confederaciones de 2005 celebrada en su país.
Alemania, que juega la Confederaciones por tercera ocasión, debuta el lunes contra Australia en Sochi en un partido del Grupo B, que arrancará en la víspera con el Chile-Camerún.
Dotados de la mejor generación de futbolistas de su historia, los chilenos disputan por primera vez el campeonato intercontinental gracias a la coronación en la Copa América de 2015 en su propio suelo. A esa victoria le siguió el título de la Copa América Centenario el año pasado en Estados Unidos. En ambas finales derrotaron a Argentina en la definición por penales.
Alexis Sánchez, Arturo Vidal, Claudio Bravo, Eduardo Vargas y Charles Aránguiz encabezan el plantel dirigido por Juan Antonio Pizzi, quien tomó las riendas el año pasado en reemplazo del ahora timonel de Argentina, Jorge Sampaoli.
Al menos para su primer encuentro ante el campeón de África, Chile no contará con su portero y capitán Bravo, quien no se ha recuperado de una lesión de gemelos que sufrió a fines de abril con su club, el Manchester City.
Chile empató 1-1 con Rusia y cayó 3-2 ante Rumania en un par de fogueos.
“Todos los jugadores están sanos, con excepción de Claudio, y tenemos muy buena preparación para enfrentar este torneo”, expresó Pizzi. “También destaco el compromiso de los jugadores, quienes están luchando por dejar bien puesto al país en este prestigioso certamen. Veo las ganas que tienen, la condición en la que están. Me deja tranquilo para competir en la Copa Confederaciones”.
México también apostó todo a su séptima participación en la Confederaciones, un torneo que ganó en 1999 como país anfitrión.
Poco después de empatar 1-1 con Estados Unidos el domingo por las eliminatorias mundialistas, el técnico del “Tri” Juan Carlos Osorio viajó a Rusia con figuras como Javier “Chicharito” Hernández, Andrés Guardado, Giovani Dos Santos y Carlos Vela. México alineará un plantel alternativo para disputar la Copa de Oro de la Concacaf en julio.
México debutará el domingo en Kazán nada menos que ante el monarca europeo, Portugal, que cuenta con su referente Cristiano Ronaldo.
“Creo que uno mejora a través de la competencia, y el fútbol mexicano no tiene la oportunidad de competir contra los europeos con tanta frecuencia”, señaló recientemente Osorio. “Esta es una gran oportunidad, y no la vamos a dejar pasar por alto”.
Para los organizadores, la Confederaciones servirá para ensayar las medidas antiterrorismo y contra los hooligans que se implementarán a mayor escala durante el Mundial.
De igual manera, la FIFA probará el sistema de videoarbitraje que ya fue utilizado en el reciente Mundial Sub20 en Corea del Sur. El brasileño Sandro Ricci, el paraguayo Enrique Cáceres y el canadiense Joe Fletcher estarán en la cabina el sábado en San Petersburgo, revisando los videos para asistir al árbitro principal del partido inaugural entre Rusia y Nueva Zelanda, el colombiano Wilmar Roldán.
“Nuestro objetivo es eliminar los errores evidentes, los errores que la gente recuerda años después”, indicó Massimo Busacca, director de arbitraje de la FIFA. “El fútbol pedía esto, y estamos intentando buscar las maneras de que la tecnología nos ayude a tomar las decisiones más difíciles”.