CIUDAD DE MÉXICO, junio 16 (Agencias)
El viaje de diez senadores a la República Fiji, que costó dos millones 194 mil 742 pesos, se convirtió en el más caro que ha pagado el Senado en los últimos cinco años y provocó que aumentara el número de viajes no autorizados por la Mesa Directiva, al sumar 22 negativas de salidas al extranjero, para ahorrar con ello seis millones de pesos.
Además, el viaje a Fiji inauguró un nuevo sistema del Senado para generar ahorros en los viajes internacionales: pedir a los grupos parlamentarios que asuman parte del costo de los boletos de avión, para que el Senado no duplique sus erogaciones.
El periódico Excélsior aseguró poseer copia de las solicitudes de los senadores que pidieron boletos de avión y viáticos para salir del país a diferentes reuniones multinacionales, pero que la Mesa Directiva evaluó que no eran necesarios, pues desde septiembre del año pasado la Mesa aplica una dinámica de máximo ahorro en viajes internacionales, a partir de estudiar con el Centro de Estudios Internacionales Gilberto Bosques los compromisos internacionales ineludibles del Senado, para evitar viajes que no encajen con la dinámica internacional de esta Cámara.
Entre septiembre y diciembre del año pasado, la Mesa Directiva no autorizó siete salidas, una de ellas la solicitó el ex perredista y ahora petista Fidel Demédicis, quien en su calidad de presidente de la Comisión de Desarrollo Rural quería boletos de avión y viáticos para que una delegación asistiera a una “visita a Vietnam, Japón, Malasia, Singapur y China”, a realizarse del 24 de septiembre al siete de octubre; es decir, quería 14 días de viaje.
A raíz del viaje a Fiji, que se realizó del 15 al 19 de enero, para participar en la 15 Reunión Anual del Foro Parlamentario Asia Pacífico, la Mesa Directiva aumentó sus negativas, al sumar 15 solicitudes no autorizadas de pago de boletos de avión y viáticos.
En mayo de 2014, 18 legisladores, personal de apoyo e invitados viajaron a España para celebrar el Centenario de Octavio Paz, lo cual costó dos millones 84 mil 441.19 pesos; en enero pasado, el viaje de nueve senadores y un personal de apoyo a Fiji costó dos millones 194 mil 742 pesos, de los cuales un millón 385 mil 542 pesos correspondió a boletos y 799 mil 200 pesos a viáticos en dólares, al entregarles tres mil 640 dólares de viáticos a cada uno, a un tipo de cambio de 19 pesos.
El costo de los boletos de avión fue de 186 mil 450 pesos para Manuel Cavazos, quien fue el coordinador del grupo y quien presentó el informe correspondiente el 16 de febrero; 130 mil 443 pesos para el boleto de José Ascención Orihuela; 160 mil 385 pesos para cada uno de los boletos de Lilia Merodio e Itzel Ríos de la Mora; 135 mil 86 pesos de José de Jesús Santana; 129 mil 982 del boleto de Daniel Ávila; 134 mil 547 pesos para cada uno de los boletos de Rosa Adriana Díaz Lizama y Sonia Mendoza, más 63 mil 332 pesos del boleto de Alberto González, personal de apoyo.
El boleto de María Elena Barrera costó 211 mil cinco pesos, pero el Senado pagó 160 mil 385 pesos; el resto no fue cubierto con dinero de las arcas senatoriales.
“Cabe mencionar que en el caso de la senadora Barrera Tapia, el costo del boleto de avión fue más alto; sin embargo, la Cámara de Senadores sólo cubrió el monto correspondiente al itinerario de los otros legisladores”, dice la información solicitada al Senado.
Para evitar más de estos viajes de delegaciones numerosas que cuestan millones de pesos, la Mesa Directiva, que preside Pablo Escudero, negó salidas de viajes internacionales a Fidel Demédicis, Rabindranath Salazar, Silvia Guadalupe Garza Galván, quien pidió que el Senado pagara el viaje de Jatziri Pando Medina para que asistiera a la Reunión Parlamentaria de la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático; a esta senadora le rechazaron tres peticiones de viaje.
También a Sonia Rocha, quien quería ir a un Foro de Innovación para Diseñadores de Políticas Públicas; a Gabriela Cuevas, quien pidió el pago de viaje a ella, Rabindranath Salzar, Zoé Robledo, Gerardo Flores y Mariana Gómez del Campo, para ir al Congreso de la Asociación Mexicana de Estudios Internacionales; a Lilia Merodio, que quería ir al Foro Mundial de Mujeres Parlamentarias; a Rocío Pineda, que pidió ir al Encuentro Interparlamentario Igualdad de Género y Medios de Comunicación.
Otros viajes no autorizados fueron a Benjamín Robles, quien quería ir a Estados Unidos para participar en un foro sobre migrantes; a Lucero Saldaña, que viajaría a la mesa redonda del W20 del G20 en Alemania, y a Teófilo Torres, a una gira de trabajo en India.