diciembre 13, 2024
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junio 20, 2017 | 496 vistas

Rebeca Maldonado.-

La naturaleza siempre puede sorprendernos, la mayoría por su belleza y misticismo pero, existe otra parte que también llama mucho la atención del ser humano, y es precisamente la naturaleza que puede ser amenazante para otros seres vivos. Porque en su infinita variedad de plantas también se encuentran especies que logran causar severos daños a la salud, como el “Árbol de la muerte”, que muy pocos conocen y del que hoy vamos a hablar.

Luciendo como un frondoso e inofensivo árbol, este ejemplar es denominado Hippomane mancinella por los científicos. Según el Instituto de Ciencias de Alimentos y Agricultura (IFAS, por sus siglas en inglés) de Florida, Estados Unidos, Hippomane viene de las palabras griegas hippo, que significa caballo, y mane se deriva de manía o locura.

Se dice que, a la llegada de los conquistadores, estos probaron sus frutos verdes y jugosos, con ellos se dieron cuenta de lo tóxico de la fruta que causa diarrea y vómitos tan severos que podrían acabar con la vida de cualquiera.

Otro dato más que se ha rescatado de la historia es que los indígenas utilizaban este árbol para dar castigos, sujetándolos a su tronco, inmovilizados para abandonarlos y que sufrieran la peor de la condena cuando viniera la lluvia, pues su savia diluida ocasionaba erupciones cutáneas extremas. También se dice que los nativos envenenaban las puntas de sus flechas con esta savia para provocar una intoxicación letal.

Está registrado en el Libro Guinness de los récords como el árbol más peligroso del mundo, lo que lo convierte en una especie verdaderamente intocable.

El árbol más nocivo de América es nativo de Mesoamérica y las islas del Mar Caribe, creciente en las costas de Florida (EU) hasta Colombia. En ese trayecto, muchos ejemplares continúan marcados con cruces rojas o placas de alerta.

Y ahora ustedes se preguntarán, ¿Por qué no deshacerse de ellos quemándolos siendo un peligro? Pues el humo de este árbol despide al consumirse causa ceguera permanente y problemas respiratorios graves.

Sin embargo, especialistas insisten en que el fruto del árbol de la muerte es la amenaza real. Un testimonio de ello es el de la radióloga Nicola Strickland, quien viajó hace algunos años a isla caribeña de Tobago. Y relató al British Medical Journal, sobre lo que experimentó, “Encontramos una de esas frutas verdes que aparentemente habían caído de un árbol grande de tronco plateado. Mordí la fruta y la noté agradablemente dulce. Mi amiga también lo hizo. Momentos más tarde notamos un extraño sabor picante en nuestra boca, que progresó gradualmente hacia una sensación de ardor y desgarro, y una opresión en la garganta”.

También quedó documentada la experiencia del escritor John Esquemeling, “Un día, cuando estaba extremadamente atormentado por los mosquitos y jejenes (similares a los primeros), y aún ignorante sobre la naturaleza de este árbol, corté una rama para que me sirviera de abanico, pero se me hinchó y se me llenó de ampollas toda la cara, como si me hubiera quemado, a tal grado que estuve ciego por tres días”.

El escritor confirmó que “la manzanilla tiene el aroma y apariencia de una manzana inglesa, pero pequeña. Están repletas de veneno. Una sola manzana es suficiente para matar a 20 personas”.

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