diciembre 12, 2024
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junio 24, 2017 | 341 vistas

Shalma Castillo.-

Cd. Victoria, Tam.- Salvadores de vidas las 24 horas del día de los 365 días del año, para ellos no hay fechas festivas en su calendario, ni fines de descanso…

Su mayor satisfacción es poder ayudar a la gente que se encuentra en una situación de auxilio, no piden nada a cambio, más que poder llegar oportunamente para salvar esa vida.

Como cada 24 de junio desde hace 158 años, se celebra el Día Internacional del Socorro, cuyo origen surgió de la idea del comerciante Ginebrino Henry Dunant, a quien le tocó vivir los crueles combates que se desarrollaban en la Europa de su época.

Luego de la Batalla de Solferino, en donde miles de personas murieron sin atención. Dunant organizó una acción de socorro, junto a los médicos y mujeres en donde en una iglesia se improvisó un hospital de campaña y fueron atendidos los soldados heridos en batalla.

En 1863 se tomó la decisión de constituirse un organismo autónomo adoptando el nombre de Comité Internacional de Socorros a los Heridos, naciendo entonces lo que en el futuro sería conocido como el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).

Años después se escogió una bandera con campo blanco y una Cruz Roja en el centro, inversión del pabellón suizo, en homenaje a la nacionalidad de Henry Dunant.

En Tamaulipas hay alrededor hay alrededor de 540 paramédicos voluntarios certificados, quienes entregan su tiempo y dedicación a acciones humanitarias.

Tal es el caso de Jorge Escobar Mata, que desde muy joven le nació la intención de ayudar a las personas, y actualmente lleva 28 años de servicio en la Cruz Roja Mexicana.

Cuenta que empezó desde los 14 años de edad en el área denominada Juventud, años después pasó a capacitación en donde logró concluir el cuso para para ingresar a socorros, y de ahí tuvo más actualizaciones para ser técnico en urgencias médicas.

“Yo estaba en otra instrucción de ayuda y un amigo me invitó a pertenecer a la Cruz Roja, me gustó el compañerismo, la capacitación, y ayudar a la gente, por eso me quedé”, enfatiza.

Dice que para él, el formar parte de la Cruz Roja significa mucho, y también el apoyo que recibe por parte de su familia que es lo que lo ha mantenido tantos años en esta institución.

“He entregado una parte de mi vida a la Cruz Roja, al igual que muchos compañeros, algunos que aún van iniciando y otros que también tienen muchos años aquí”, menciona.

Aunque el principal objetivo de la Cruz Roja cuando se fundó era brindar ayuda humanitaria en casos de desastres naturales, esto se fue extendiendo a otros rubros, como atender a pacientes con problemas de salud, lesionados por accidente desde automovilístico, caídas, cortaduras, entre otros casos.

Expresa que la mayor recompensa que obtiene de esta labor voluntaria, es cuando los familiares o el mismo paciente lo busca para darle las gracias, o brindarle un obsequio.

Dice que ellos “hacen el bien, sin mirar a quién”, ya que la persona que se encuentra en una tragedia puede ser desde un familiar, amigo o un desconocido, a quien se le brinda el servicio de la misma manera.

Como todos, comenta que ha vivido muchas experiencias a lo largo de estos años, la mayoría de ellas no son tan gratas, como la que tiene muy presente de aquel 14 de febrero, una fecha especial para muchas personas pero ese día fue de tragedia para otras.

“Recuerdo ese accidente, donde hubo muchos heridos y lamentablemente fallecidos, quedó muy plasmado en mí por la fecha en que sucedió, tal vez algunos de ellos iban a visitar algún ser querido, a darle un abrazo o convivir con ellos”, expresa.

Menciona que en la Delegación Victoria son aproximadamente cien socorros técnicos en urgencias médicas, quienes constantemente se capacitan y actualizan tomando cursos en diferentes rubros para poder brindar mejor servicio a la comunidad.

Escobar Mata, plática que la peor experiencia que puede tener un socorrista, es llegar al lugar del accidente y que la persona ya no tenga signos vitales, “lo que quieres es llegar y encontrarlos con vida para traerlos a un centro hospitalario y se recuperen”.

Otro reconocido ejemplo, es el de Juan de la Cruz Báez Esquivel, coordinador de Socorros en la Delegación Victoria quien desde hace 27 años forma parte de la Cruz Roja.

“Yo ingresé en 1990 a esta institución, empecé en el Comité de Juventud y cuando cumplí la mayoría de edad pasé al área de socorros, hice el curso de socorrismo y con el tiempo me fui actualizando y ahora ya soy técnico en urgencias médicas”, plática.

Dice que cuando él cursaba la secundaria, lo invitaron a participar en el Comité de Juventud, donde llevan programas para la ayuda humanitaria a la comunidad.

“Me gusta las actividades que hacemos, aprender y seguirnos preparando en atención prehospitalaria y de rescate”, menciona.

Para Juan, dice que el significado de socorros es ayuda a la comunidad, a los que tienen una desgracia y necesitan de ellos.

La satisfacción más grande que puede sentir en esta labor, es cuando se trata de un lesionado y logra que el paciente esté mejores condiciones que como estaba, o cuando ya sanados regresan a darle las gracias.

“Muchas veces vienen los familiares y buscan a los paramédicos que participaron en la acción, y se lo agradecen”, expresa.

Una de las mejores experiencias que ha vivido a lo largo de estas casi tres décadas, fue el haber participado en rescates y ayuda humanitaria de desastres a nivel internacional.

Platica que el año pasado estuvo en Ecuador, y también participó en el desastre de Haití.

“En Ecuador se formó un grupo de 110 personas, éramos el grupo México donde participó la Secretaría de Marina (Semar), Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Protección Civil y Cruz Roja Mexicana, y yo fui uno de ese grupo”, enfatiza.

Cuenta que al llegar la gente les aplaudía y daba las gracias, “fue difícil ver las escenas, todo el territorio destruido que no sabíamos ni por dónde empezar, pero los coordinadores se encargaron de la primera parte para saber en qué área íbamos a iniciar a trabajar”, recuerda.

Pese a que todos los accidentes a los que ha acudido lo han marcado, dice que otro recuerdo que tiene presente, fue uno que sucedió un 10 de mayo de hace tres años.

“Fue en la Carretera Victoria – Zaragoza, en el accidente hubo muchas víctimas, es algo de lo que más me ha impactado”, expresa.

Juan dice que para él, así como para el resto de los socorros, los días festivos los trabajan como un día normal, ya que ellos están para auxiliar a cualquier hora del día.

Menciona que con los actos que realizan se ganan el respeto y confianza de la gente.

Finalmente dice que todas las acciones que la Cruz Roja desempeña, son gracias a todos los voluntarios, “sin ellos la delegación no estuviera funcionando, dan todo para brindar un buen servicio a la sociedad, desde los trabajadores de limpieza, operadores, mecánicos, todos ponen su granito de arena”.

 

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