diciembre 11, 2024
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junio 24, 2017 | 163 vistas

PESHAWAR, Pakistán, junio 23 (AP)

Al menos 40 personas murieron y casi cien resultaron heridas este viernes por cuatro ataques con bombas y armas en tres ciudades distintas de Pakistán, informaron las autoridades.

Un coche bomba estalló cerca de la oficina del jefe policial en Quetta, en el sur de Pakistán, causando la muerte de 12 personas y heridas a otras 20, informaron funcionarios. Distintos grupos se atribuyeron este atentado.

Horas después, dos explosiones con minutos de diferencia en un mercado en Parachinar, la ciudad principal de la región tribal de Kurram, mataron a 24 personas, casi todas de la minoría chií, de acuerdo con el administrador de Gobierno Zahid Hussain.

Fue la noche de este viernes, cuando hombres armados en la ciudad portuaria de Karachi atacaron a policías en un restaurante y mataron a cuatro antes de huir, según el agente policial Asif Ahmed.

Los ataques se produjeron días antes de la festividad de Eid-Al-Fitr, con la cual concluye el mes santo del Ramadán.

La televisión mostró escenas de pánico en el mercado de Parachinar, 300 kilómetros al suroeste de Peshawar, donde el vocero hospitalario Mohammad Amir dijo que se recibieron 24 cadáveres y muchos heridos, de los cuales más de 20 se encontraban en estado crítico.

La explosión en Quetta, la capital de Baluchistán, fue tan poderosa que se escuchó al otro lado de la ciudad. Rompió ventanas de edificios cercanos, dijo el portavoz de la policía, Shahzada Farhat.

Imágenes de televisión mostraron algunos automóviles con daños importantes y una carretera cubierta de cristales rotos.

Wasim Beg, vocero de un hospital del Gobierno, dijo que la cifra de muertos se elevó a 12 durante la mañana y que algunos de los heridos se encontraban en estado crítico.

Escenas de la televisión mostraron autos destrozados y una calle regada de vidrios rotos.

Horas después del ataque, Jamaat-ul-Ahrar, una fracción disidente del Talibán paquistaní, se declaró responsable del ataque. Asad Mansoor, vocero de los milicianos, dijo que era parte de su campaña para imponer la ley islámica en el país y que habría nuevos ataques.

Posteriormente, el grupo Estado Islámico dijo que el ataque era suyo y que uno de sus miembros detonó su cinturón explosivo cerca de la sede policial. Publicó una foto del presunto autor, al que identificó como Abu Othman Al-Khorasani.

No fue posible conciliar las distintas declaraciones.

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