diciembre 13, 2024
Publicidad
junio 25, 2017 | 176 vistas

‘Cómo ser libres’

Lilia García Saldívar.-

Palabras Inolvidables: “Trabajando solo por el logro de los bienes materiales, estamos construyendo nuestra propia prisión”

Escritor Francés (Antonie de Saint- Exupéry)

 

Parecía que no lo lograría nunca. Rafael cerró su libro de anotaciones con un dejo de fastidio; tal parecía que cada vez que ejecutaba un pago, venía otro; pagaba el agua y el teléfono con algo de atraso, y ya había llegado también el recibo de la luz, de la alarma y el pago que tenía que recuperar para comprar la llanta que le habían robado y en esto, aunque no era muy urgente, ¿qué pasaría si se quedaba con una llanta ponchada en la carretera y sin refacción?. Un no rotundo le contestó interiormente, ¡no, eso no! Serían más gastos, pedir ayuda para que viniera la grúa y parecía que la grúa arrastraría gastos y más gastos, tenía que poner un “hasta aquí a esta situación”.

Hay veces que nos fabricamos nuestra propia prisión cuando el “tener” domina nuestro “ser”.

La prisión es fundamentalmente falta de libertad, y así se sentía Rafael, agobiado por los gastos que parecían venirse en flagrante carrera; cierto, muchas veces él deliberadamente dejaba de hacer algunos pagos pendientes, y cuando eran cobrados, la cólera invadía su mente, se sentía preso del devenir de los gastos, unos superfluos y otros no tanto. Cuando vivimos pendientes de los bienes materiales, no somos libres, nuestra voluntad está esclavizada, aunque no se perciba. Es tanto el apego que tenemos por los bienes de consumo, que a diario nos bombardea la televisión y la prensa, que este apego bloquea nuestra generosidad y nos cierra todas las brechas de otros ideales que sólo revolotean en la cabeza, pero que jamás los emprendemos.

Así, tomando con furia los recibos que tenía que pagar, y los que se le habían escondido por no pagarlos a tiempo, hacían que le dijera a Ana Delia su esposa:

-Tú tienes la culpa de que no pague a tiempo, pues me mueves mis papeles y se hace un enredo soberano”. “Ahorita mismo me dices dónde pusiste los recibos que me faltan”, su voz denotaba ira contenida, sus facciones cambiaban y casi sin saberlo él, el tono de la voz subía casi hasta los gritos, su serenidad escapaba asustada y su esposa compungida le decía en todos los tonos.

-“Yo no te tomé ningún recibo ni papel alguno, si ya te conozco que todo traes en la mano y lo dejas donde menos piensas, el otro día me encontré tus lentes dentro del refrigerador…” ¿Me puedes decir qué hacían allí?, ¿Quién los llevó si no fuiste tú?. Y ya también enojada salía de la habitación, quedando Rafael hecho un guiñapo de enredos y contradicciones. Ahora… “A buscar los dichosos recibos atrasados”, y él mismo pensaba “por no pagar a tiempo me pasa esto”. Tiene razón Ana Delia, a veces traigo las cosas en las manos y las dejo dondequiera… pero… ¿para qué darle la razón?. Se creería y eso… ¡No!… mil veces ¡no!. Tendré que revolver portafolio, escondrijos y todos los periódicos que dejé tirados en el suelo.

Y así Rafael que quería estar al pendiente de los pagos, se esclavizaba así mismo, haciendo corajes y más corajes, que sólo se quitaba fumando cigarro tras cigarro.

El orden siempre ha sido un elemento que nos permite vivir sin sobresaltos, pagos extraviados, cosas que compramos sin necesitarlas, y tantas cosas más que no nos permiten vivir con libertad, hay que conformarnos con menos, tener orden en nuestros gastos, y luego tranquilamente compartir con otros generosamente el tiempo y los bienes, eso nos dejará el ánimo libre, fuera de la prisión de la furia, del descontento, del fastidio y de no ser como pensamos deberíamos ser. Es la única manera de ser felices.

La felicidad brota espontánea de la libertad experimentada a plenitud. La libertad no consiste en tener mucho, sino en tener lo necesario y compartirlo con los demás. El “tener” es como un peso, y cuando menos se tiene y más se comparte, más ligeros volamos, más libres nos sentimos.

Ir con poco equipaje ayuda a esa libertad interior que todos deseamos.

Comentarios