Rogelio Rodríguez Mendoza.-
La migración de mexicanos y centroamericanos hacia Estado Unidos, a través de la frontera de Tamaulipas, disminuyó en un 90 por ciento durante el primer semestre del 2017, aseguró Segismundo Doguin Martínez, delegado del Instituto Nacional de Migración (INM).
El funcionario se limitó a proporcionar porcentajes, porque las cifras “duras” se darán a conocer hasta finales de año, cuando las valide la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación.
El principal factor por el que la migración hacia Estados Unidos ha decrecido, es el endurecimiento de la política migratoria de aquel país.
Pese a ello, dijo, el éxodo hacia la nación vecina se mantiene. De cada diez migrantes que buscan cruzar la frontera de forma ilegal, solo el diez por ciento son mexicanos.
“El restante 90 por ciento son guatemaltecos, salvadoreños u hondureños, en su mayoría”, refirió.
El funcionario dijo que, además, las deportaciones también han decrecido significativamente.
“Estimamos que ha habido una reducción del 30 por ciento en las deportaciones. No se han dado las repatriaciones extraordinarias que se esperaban con la llegada de Donald Trump a la Presidencia de Estados Unidos”, mencionó.
En ese mismo sentido, explicó que los tres órdenes de Gobierno trabajan de forma coordinada a través del programa federal “Somos Mexicanos”, para apoyar a los connacionales que son deportados de Estados Unidos.
Existen módulos en Matamoros, Reynosa y Nuevo Laredo, para apoyar con alimento, hospedaje y transporte a quienes son expulsados del vecino país por estar en condición de ilegales.
Dijo que un 30 por ciento de las deportaciones se realizan a través de Tamaulipas, porque por esta frontera cruzan la mayor parte de los migrantes que provienen de América Central, dado que es el punto más cercano a Estados Unidos viniendo del sur.
La semana pasada, durante un foro celebrado en el Auditorio del Congreso del Estado, líderes migrantes expresaron su miedo a que se incrementen las deportaciones como consecuencia de la entrada en vigor, el uno de septiembre próximo, de la ley “SB-4”.
Esa ley facultará a cualquier oficial de policía a solicitar a cualquier persona, por su simple apariencia étnica, documentación que acredite su estancia legal en Estados Unidos.