Washington, 4 Jul (Notimex).- Si el cambio climático continúa sin cesar, las áreas libres de hielo en la Antártida aumentarán hasta un cuarto para el año 2100, según un estudio reciente sobre los cambios en el continente más austral del planeta.
Expectación existe en el mundo científico ante el cada vez más cercano desprendimiento de un iceberg en la Antártica, el cual posee grandes dimensiones.
Si bien éste tipo de hecho se da regularmente, los expertos aseguran que la aceleración tiene que ver con el cambio climático que afecta al mundo.
En este momento, la Antártida se encuentra en pleno invierno, con lo cual existe una falta de luz natural que dificulta el seguimiento de fenómenos como la fragmentación a la barrera o plataforma Larsen C, en la península Antártica.
Sin embargo, los equipos instalados en satélites permiten a los expertos del proyecto MIDAS y de la NASA mantener vigilado al que podría convertirse en el iceberg de mayores dimensiones observado hasta ahora, hecho que está alertando a toda la comunidad científica.
Larsen C es un importante barrera de hielo ubicada en la Península Antártica, que se extiende sobre el océano – una gran fractura a través de la capa de hielo está a punto de liberar un iceberg del tamaño del estado del estado de Delaware (el doble del tamaño de Luxemburgo).
Las consecuencias podrían ser dramáticas, ya que la Antártida se derrite, los científicos temen que pronto se desintegre.
Además de esto, la retirada de Estados Unidos del Acuerdo de París y los recortes para la investigación científica en ese país podrían obstaculizar la investigación futura en torno a los cambios.
El profesor de ciencias térmica John Abraham de la Universidad de St Thomas, en Minnesota, señaló que las consecuencias podrían ser terribles si esta enorme porción de hielo que se rompe en el océano.
«Estas plataformas de hielo estabilizan las capas de hielo, pero cuando se rompen, pueden crear una situación inestable. Lo que los científicos realmente quieren saber es lo que sucederá después de que esta parte de la plataforma de hielo se rompa», señaló.
«Los científicos saben que va a pasar porque lo estamos viendo en tiempo real. Una grieta grande – a veces llamada «rift» – se ha formado, y podemos ver progreso día a día, semana a semana. La grieta casi ha roto la parte del estante de hielo», acotó.
El Earth Observatory de la NASA indicó que el Sensor Térmico Infrarrojo (TIRS) del satélite Landsat-8 capturó una imagen de la grieta el 17 de junio pasado que muestra un evidente aumento de la temperatura del hielo y del agua en la zona de la plataforma Larsen C donde se está desarrollando el inminente desprendimiento.
La barrera de hielo Larsen completa, compuesta de Larsen A,B,C,D,E,F y G se enreda como una sabana blanca que se desmorona alrededor de la Península Antártida.
La grieta en Larsen C comenzó pequeña, como suele pasar, por su expansión se aceleró a diario. Para el 24 de junio, la hendedura estaba ampliándose unos nuevos metros diarios.
Científicos del Proyecto MIDAS, con base en el Reino Unido indicaron que la ruptura es inminente. “Aún no podemos decir cuando sucederá,” escribieron en su sitio web, “podrían ser horas, días o semanas – pero es un despegue notable de observaciones previas.”
La pérdida de un iceberg de seis mil 500 km cuadrados, uno de los más grandes jamás registrados, será tan dramático como desestabilizador para la barrera de hielo de Larsen.
Por otra parte, El cambio climático podría aumentar un 25 por ciento el terreno libre de hielo en la Antártida a finales de siglo, lo que provocaría cambios drásticos en la biodiversidad del continente, informaron fuentes oficiales.
La zona sin hielo representa actualmente un uno por ciento de la superficie del continente blanco -cuya área total es de unos 14 millones de kilómetros cuadrados- y es el lugar donde se concentra casi toda su fauna y flora.
Una investigación de la División Antártica Australiana (AAD), la primera en indagar el impacto del cambio climático en las zonas sin hielo en la Antártida, y que fue publicada por la revista Nature, pronostica que estas se expandirán y unirán entre ellas.
El investigador de la AAD, Aleks Terauds, indicó que la predicción apunta a que la desaparición del hielo en 2100 hará que emerjan unos 17mil 267 kilómetros cuadrados de terreno, lo que representa un aumento de casi el 25 por ciento.
«Esto ofrecerá nuevas áreas de expansión a especies nativas pero también podría causar que se extiendan especies invasoras y, a largo plazo, la extinción de las especies nativas menos competitivas», dijo Terauds en un comunicado de la AAD.
Según el experto, el deshielo afectaría principalmente la península Antártica y la costa este del continente.