BEIJING (AP) — Las esperanzas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de que China ayude con la contención de Corea del Norte parecen haberse desvanecido al distanciarse Washington de Beijing a medida que sus enfoques y preocupaciones recorren distintos caminos.
China no ha respondido ante la presión de Estados Unidos para contrarrestar las acciones de Corea del Norte. Para Beijing el reciente lanzamiento del misil intercontinental de Corea del Norte no hizo mucho ruido, a comparación con la ansiedad que se disparó en Washington.
La postura de China se mantiene fuerte: Nada de medidas que pudiera derribar el régimen comunista de Kim Jong Un.
“Han habido muchas ilusiones por parte de Estados Unidos de que China se acerque a su enfoque”, dijo John Dalury, profesor en la Universidad de Yonsei en Seúl.
Trump pensó que había encontrado un aliado en el presidente chino Xi Jinping luego de su reunión en abril. Sin embargo, Corea del Norte continuó con sus pruebas de misiles y China siguió manteniendo los canales económicos abiertos e incluso los amplió.
“¡Tal vez si China tomara una gran medida hacia Corea del Norte y terminara con esta tontería de una vez por todas!”, tuiteó Donald Trump el martes esperando una señal de los chinos. Al día siguiente pareció comprender los hechos: “El comercio entre China y Corea del Norte creció casi 40% en el primer trimestre. Hasta acá llegó China trabajando con nosotros, pero debíamos darle una oportunidad”.
La embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, Nikki Haley, advirtió el miércoles que el comercio entre China y el país norteamericano podría ponerse en riesgo si el país asiático no coopera. Dijo que “gran parte de la carga de hacer cumplir las sanciones de las Naciones Unidas recae en China”, que es responsable del 90% del comercio con Corea del Norte.
El lunes, el presidente chino Xi respondió a la crisis de los lazos; en una llamada con Trump advirtió que “algunos factores negativos” estaban perjudicando la relación entre ambos países.
China sigue siendo un aliado confiable para Corea del Norte. Sus empresas se benefician de la falta de competencia en la nación y las preocupaciones por el régimen de Kim lo distraen de sus propias medidas polémicas en el Mar de China Meridional y en otros lugares.
Que China vea pocas razones para actuar en contra de Corea del Norte nace también de su preocupación de que los acontecimientos en la península coreana están eclipsando otros aspectos de la relación con Estados Unidos.