Los habitantes de la Avenida Miguel González Garcés de Curelledo en La Coruña, España no habían visto a María del Rosario “O”, su vecina de 56 años desde 2010. Cuando las autoridades investigaron sobre el paradero de la mujer, encontraron el cadáver de María momificado en su propio departamento. Se le había reportado como desaparecida desde 2013.
La policía obtuvo el permiso legal de abrir el departamento debido a una orden de embargo realizada por la compañía inmobiliaria con la que María tenía arreglada su vivienda.
La inmobiliaria siguió cobrando mes a mes el alquiler, 400 euros. En todo este periodo salieron de la cuenta de la fallecida 30 mil euros. Hasta que el depósito se vació por completo.
La compañía, al no poder cobrar la renta de la última mensualidad, decidió primero cortar los servicios de agua y luz para posteriormente mandar abrir la propiedad.
El reporte de la policía indicó que María del Rosario había muerto debido a causas naturales, su cuerpo no presentaba ningún tipo de violencia. El cadáver tenía la piel reseca y cuarteada, por lo que estaba momificado. Fue probablemente debido a esta resequedad que no se habían detectado hedores de putrefacción en los alrededores.
A los vecinos le llamaba la atención la cantidad de polvo acumulado en ventana y fachada del departamento de su vecina, así como también el nivel de suciedad en el que estaba inmerso su automóvil, un Peugeot 206 que había permanecido inmóvil desde antes del momento de la muerte.
Hasta el momento nadie ha reclamado el cuerpo de María del Rosario, sus vecinos comentaron que contaba con trabajos temporales, estaba divorciada y contaba con poca vida social. Nadie conocía a sus familiares.
El ayuntamiento del Curelledo se haría cargo de los gastos mortuorios en caso de que el cuerpo no fuera reclamado.
Con Información de: Opinión Coruña