Un aficionado desde las gradas gritaba e ‘instruía’ a quien fuera la número uno del mundo en tenis, Kim Clijsters. El hombre, identificado como Chris Quinn, le indicaba dónde colocar su servicio durante el partido informal entre Clijsters y Rennae Stubbs contra Conchita Martínez y Andrea Jaeger.
Clijsters y su compañera australiana de dobles iban ganando un set y en el segundo el marcador estaba 4-4.
La tenista belga hablaba con Stubbs sobre si su siguiente servicio debía colocarse “en el ancho o en el centro”, cuando Quinn gritó desde las gradas para que Clijsters enviara su siguiente servicio “al cuerpo”.
Repentinamente Clijsters hizo señas al aficionado irlandés que se encontraba en las gradas y le dio la oportunidad de respaldar sus palabras.
Pero para darle más elementos al simpático e improvisado momento, Clijsters se aseguró de que Quinn no violara la estricta regla que obliga a usar ropa blanca a los participantes de Wimbledon, y buscó una falda de repuesto, que por supuesto era claramente pequeña para el aficionado.
“Esto no va a funcionar”, dijo el comentarista. “Las rodillas no van a aguantar.”
Sin embargo, la anécdota no quedó ahí. Chris Quinn se pronunció en Twitter y recibió respuesta de la tenista belga.
“Gracias por no pasarse conmigo. Me han convertido en un héroe aún mayor para mis tres hijas, que, por cierto, las admiran muchísimo”.
“Estuviste increíble. Encantada de conocerte, Chris :-)”, escribió la tenista.
Con información: lopezdoriga.com