De acuerdo con la investigación, los miembros de la especie Escarpia laminata viven alrededor de 100 a 200 años, pero la longevidad de algunos incluso se extiende hasta los 300 años o más.
Escarpia laminata es un tipo de gusano de tubo que vive en respiraderos hidrotermales que emiten sulfuro de hidrógeno, metano y otros fluidos ricos en hidrocarburos, entre los mil y tres mil 300 metros de profundidad en el fondo oceánico del Golfo de México.
Debido a que se sabe muy poco sobre esta especie, un equipo científico encabezado por la bióloga Alanna Durkin, de la Universidad de Temple, en Filadelfia, se dieron a la tarea de estudiarlos para estimar su vida útil.
El equipo también deseaba saber si la especie era tan longeva como otros tipos de gusanos tubulares que viven en aguas frías y en aguas poco profundas. Los científicos recolectaron y marcaron 356 gusanos de tubo en diferentes lugares del Golfo de México y los transportaron a un laboratorio donde midieron cuánto crecieron a lo largo de un año.
En el laboratorio, los gusanos de tubo se mantuvieron en condiciones similares a sus alrededores naturales y los científicos pudieron cuantificar sus tasas de crecimiento.
Los científicos encontraron que varios de los gusanos de tubo eran mayores a los 250 años. Unos pocos tenían más de 300 años de antigüedad. La mayoría de los ejemplares tenían entre 100 y 200 años.
Según Durkin, la tasa de mortalidad extremadamente baja de la Escarpia laminata le ha ayudado a desarrollar una vida útil muy larga.
Los resultados apoyan la teoría de la longevidad, que afirma que en ausencia de cualquier amenaza externa la selección natural elegirá individuos que muestran signos de envejecimiento más lentamente y pueden reproducirse continuamente en su vejez.
«A más de 250 años, Escarpia laminata alcanza una vida útil que supera otros registros de longevidad», dijo Durkin. «Dada la incertidumbre asociada con la estimación de las edades de los individuos más largos, puede haber grandes especímenes de Escarpia laminata vivas en la naturaleza que aún sean mas viejas».
El vertebrado de tierra más longevo registrado hasta ahora fue una tortuga gigante de Galápagos de 177 años de edad, mientras que algunas especies de ballenas superan los 200 años, por lo que se le considera como el mamífero de mayor longevidad.
Durkin dijo que la almeja marina Arctica islandica sigue siendo el animal más antiguo conocido, con una edad inferida de 507 años.