Santiago, 19 Jul (Notimex).- El Senado de Chile aprobó la madrugada de este miércoles, tras un maratónico debate de 13 horas, la interrupción voluntaria del embarazo para tres causales, un paso crucial para despenalizar el aborto en un país de marcado sesgo conservador.
El emblemático proyecto, impulsado por la presidenta socialista Michelle Bachelet, busca flexibilizar la estricta legislación y legalizar el aborto en caso de que la madre esté en peligro, si un feto es inviable o cuando el embarazo es resultado de una violación.
«Las mujeres de Chile merecen este mínimo reconocimiento a su capacidad de decidir», escribió Bachelet en la cuenta de Twitter de la presidencia en referencia a los tres supuestos que contempla la medida.
Chile sigue siendo en la actualidad uno de los pocos países en el mundo donde el aborto es ilegal en todos los casos, en una señal de su tradición conservadora.
La discusión de la iniciativa, que ha dejado en evidencia la resistencia de legisladores del pacto gobernante de centro izquierda, ha sido aprobada por una ajustada mayoría en el Senado tras una fase decisiva que partió el lunes, después de más de dos años de tramitación en diferentes comisiones del Congreso.
Frente al riesgo de la vida de la madre, este fue el primero en aprobarse tras ocho horas de discusión con 20 votos a favor y 14 en contra.
La votación se pudo llevar a cabo tras rechazar, por un estrecho margen, la indicación presentada por el senador Andrés Zaldívar que buscaba establecer que en la práctica médica no se considera aborto los procedimientos para salvar la vida de la madre.
Sobre la segunda causal, la votación fue de 19 votos a favor y 14 en contra. Con esto respaldaron despenalizar la interrupción del embarazo cuando: «el embrión o feto padezca una patología congénita adquirida o genética, incompatible con la vida extrauterina independiente, en todo caso de carácter letal».
Tras casi tres horas de debate y con 18 votos a favor y 16 en contra, se aprobó la última causal que ha provocado más controversia, la de violación.
De este modo, el proyecto establece que se autoriza la interrupción del embarazo cuando «sea resultado de una violación, siempre que no hayan transcurrido más de doce semanas de gestación. Tratándose de una niña menor de 14 años, la interrupción del embarazo podrá realizarse siempre que no hayan transcurrido más de catorce semanas de gestación».
La senadora de la Democracia Cristiana y candidata presidencial, Carolina Goic, admitió que si bien no comparte el aborto, las tres causales del proyecto son inobjetables.
«Yo no soy partidaria del aborto, pero creo que cuando estamos hablando de tres causales excepcionales, la respuesta del Estado no puede ser la cárcel para las mujeres. No puede ser esa la respuesta que demos como Estado a mujeres que viven tres situaciones dramáticas», sostuvo.
El aborto fue legal en Chile para algunos casos hasta que fue abolido por el dictador Augusto Pinochet hacia el final de su régimen, que se extendió entre 1973 y 1990.
La votación del polémico proyecto ha sido seguida de cerca en la sala del Senado, donde el público contrario al aborto ha interrumpido la sesión con cantos religiosos, lo que ha obligado a la policía a desalojar a parte de los asistentes.
Ahora la iniciativa deberá ser discutida nuevamente en la Cámara de Diputados, un proceso que a juicio de los legisladores y cálculos del gobierno debería enfrentar una tramitación más expedita.