CARACAS, Venezuela, julio 23 (Notimex)
La oposición venezolana se prepara para la “Gran Toma de Caracas” el próximo viernes, para forzar al presidente Nicolás Maduro a “rectificar” y desconvocar a la elección de la Asamblea Constituyente, en medio del aumento de la represión oficial contra los manifestantes.
A partir de este domingo y hasta el próximo domingo, Venezuela entró en la cuenta regresiva para la elección de los miembros de la Constituyente propuesta por Maduro, cuya instalación es considerada por la oposición como el hito que pondrá fin a la forma republicana del Estado venezolano.
Con la “hora cero” –como llama la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) a la escalada de conflicto–, la oposición convocó el pasado jueves un paro nacional y la Asamblea Nacional nombró, el viernes, a 33 magistrados del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
Estas designaciones fueron un claro desafío a los magistrados en ejercicio actualmente y que fueron nombrados por el Parlamento de mayoría oficialista en diciembre del 2015.
La coalición opositora MUD, que organizó el jueves un paro de 24 horas que fue apoyada por millones de personas y paralizó grandes sectores de la nación sudamericana, convocó también a una huelga nacional para el miércoles y el jueves.
En lo que supone la profundización de la crisis en Venezuela, voceros de la MUD anunciaron este sábado la agenda de calle de la próxima semana, en la que continuarán las protestas antigubernamentales.
La coalición opositora convocó a la Gran Toma de Caracas para el próximo viernes 28 de julio, en la que esperan que miles de ciudadanos se movilicen a la capital para participar en la protesta para frenar la Constituyente, cuyos 545 integrantes serán elegidos el 30 de julio.
La agenda de la MUD se informó al cierre de un día marcado por choques entre militares y manifestantes en una marcha en Caracas que pretendía llegar al Tribunal Supremo de Justicia y por la detención de uno de los 33 jueces -Ángel Zerpa- juramentados el viernes por la mayoría opositora del Parlamento.
Militares bloquearon con gases lacrimógenos la movilización, que derivó en disturbios y trancas de vías con barricadas de basura que se mantenían en horas de la noche.
Este sábado, las fuerzas de seguridad bloquearon la marcha opositora y dispararon perdigones y gases lacrimógenos para dispersarlos, hiriendo a decenas de personas, entre ellas unos diez periodistas, denunciaron líderes políticos.
Wuilly Arteaga, un músico conocido por tocar su violín frente a la primera línea de policías antimotines, fue uno de los heridos en los enfrentamientos entre militares que iban en motocicletas y manifestantes que arrojaban piedras.
El diputado Simón Calzadilla, a nombre de la MUD, fue el encargado de anunciar el “paro cívico de 48 horas” y anunció igualmente una marcha para el viernes a fin de exigir a Maduro que “retire” su Constituyente, que según la oposición con un sistema “fraudulento” con el que Maduro busca -dicen- perpetuarse en el poder.
“Este pueblo no se rinde, es valiente, saldrá a defender la democracia, la Constitución”, dijo el legislador opositor Simón Calzadilla en una conferencia de prensa acompañado de otros líderes de la MUD.
Las nuevas acciones siguen a más de tres meses de manifestaciones antigubernamentales en medio de las cuales han muerto más de cien personas y miles más han resultado heridas.
La oposición acusa a Maduro de convertir a Venezuela en una dictadura y destruir lo que debería ser una economía próspera. Quiere elecciones libres y el fin de dos décadas de gobierno socialista.
Maduro, de 54 años, sostiene que sus adversarios son “terroristas” de derecha que buscan perpetrar un golpe de Estado para derrocarlo, con el apoyo del gobierno de Estados Unidos y de los medios de comunicación internacionales.
El domingo pasado más de 7.5 millones de personas participaron en una consulta popular organizada por la oposición al margen del Gobierno y el poder electoral, y un 98 por ciento de los votantes manifestaron su rechazo a la Constituyente.