Guadalajara, 31 Jul (Notimex).- La nutrióloga de la Secretaría de Salud Jalisco (SSJ), Sigrid Pimentel Martín, alertó que es recomendable evitar el consumo de bebidas gaseosas o azucaradas, ya que tienen efectos negativos en la salud.
La especialista destacó que actualmente México es el mayor consumidor de refrescos en el mundo, ya que en promedio una persona toma 163 litros al año.
Apuntó que esta es la principal razón por la que la población infantil padece sobrepeso y obesidad, por lo que deben sustituirse este tipo de bebidas por agua simple o bien agua fresca de frutas sin azúcar.
«Es alarmante cómo esta bebida puede influir en la salud, es por eso que se pretende hacer consciente a la población de sus efectos nocivos, que definitivamente son muchos, ya que las bebidas gaseosas no tienen beneficio alguno para la salud», dijo.
Pimentel Martín precisó que entre los efectos nocivos de consumir refrescos está que «incrementan el riesgo de osteoporosis debido a que poseen ácido fosfórico que impide la correcta absorción del calcio en los huesos», además que los azucares y ácidos que contienen provocan deterioro de la dentadura y aumentan riesgo de sufrir caries».
Asimismo, «son adictivos debido a su alto contenido en azucares y edulcorantes que hacen que aumente el apetito por lo dulce; son causantes de cálculos renales debido al contenido en oxalatos; implican un elevado gasto económico, por lo que se recomienda el consumo de agua natural».
Resaltó que las sustancias químicas, así como la gran concentración de azúcar y el PH ácido que contienen puede generar gastritis u otras alteraciones digestivas; «tienen un efecto diurético y no son hidratantes; y causan nerviosismo e insomnio debido a la cafeína».
Además, no aportan nutrientes indispensables, sólo calorías vacías; el benzoato de sodio que contiene el refresco puede provocar asma y urticaria.
La experta resaltó que las latas de aluminio contienen BPA, un químico cancerígeno que debilita el sistema endocrino, el cual regula funciones del organismo como el estado de ánimo, el crecimiento, la función de los tejidos y el metabolismo, además puede causar pubertad prematura y problemas reproductivos.
También, «facilita el desarrollo de sobrepeso y obesidad que a su vez desencadenan enfermedades cardiovasculares como la diabetes e hipertensión», finalizó.