Rebeca Maldonado.-
Alejandro Benítez, es un jugador de futbol conocido principalmente en Argentina, ya que forma parte de Central Larroque de Entre Ríos, equipo que milita en el Federal C., pero ahora Benítez se ha dado a conocer mundialmente por el noble gesto de donarle parte del hígado a su pequeño sobrino, acción que le costará su carrera futbolística y por la que habría de retirarse de las canchas.
El argentino de 30 años ha salvado la vida de su sobrino Milo de apenas nueve meses, que es hijo de la hermana mayor de Benítez.
Todo comenzó cuando Milo vino al mundo y los doctores comentaron a sus padres que nació con una obstrucción biliar, por lo que era necesario realizar un trasplante lo más pronto posible. Rápidamente los padres realizaron las pruebas necesarias para saber quién de los dos podría donar sus órganos; el padre de Milo resultó no compatible, mientras que Natalia, la hermana de Benítez, sí tenía posibilidades, pero debido a una reciente operación del corazón, los doctores no le permitieron realizar la donación.
Así fue como el jugador de balompié fue la única opción y, cuando la familia le planteó la situación, Alejandro Benítez no lo dudó ni un momento, sabía que era hora de dejar el futbol y dedicarse a su familia.
“Cuando me lo dijeron ni lo dudé. Tenía claro que debía abandonar el fútbol. Pero no me importó. Es más, jamás me voy a arrepentir de lo que hice”
La intervención de Benítez duró 7 horas, la de Milo 12 horas, pero al final los resultados fueron satisfactorios para ambos.
“Cuando entré al quirófano surgieron un par de inconvenientes. Los médicos hasta pensaron suspender todo. Gracias a Dios no lo hicieron. Eso sí, en lugar de las tres horas que iba a durar la operación, fueron como siete. Más duro fue lo de Milo, que estuvo 12 horas. Pero por suerte ya está mejor que yo. Eso me pone feliz”, sostiene Benítez.
A pesar de que el estado de salud de Milo, era bastante reservado, se sabe que todo ha salido favorablemente y se encuentra recuperándose.
“Entró muy mal al hospital, estaba desnutrido, de color verde… Pero ya está recuperando. Creo que si sigue así, va a terminar jugando él en Central Larroque”, dice el jugador.
Benítez por el momento se encuentra en paz y muy feliz de poder haber hecho esto por su sobrino. Además de que espera con ansias la llegada de un nuevo integrante de su familia, pues su esposa está embarazada, por lo que cree que la decisión que tomó ha sido la más acertada.