Beijing, 4 Ago (Notimex).- China está intensificando sus advertencias a las tropas indias para salir de una región en conflicto en la cordillera del Himalaya, donde Beijing, Nueva Delhi y el reino de Bután buscan fijar sus fronteras en una zona que por decenios ha permanecido a la deriva.
Las tropas indias entraron en el área en la meseta de Doklam en junio después de que el aliado de Nueva Delhi, Bután, se quejó de que China estaba construyendo un camino dentro de su territorio.
Si bien los observadores nacionales esperan que este conflicto se resuelva diplomáticamente, lo ven complejo pues el crecimiento del nacionalismo de los territorios en mención propiciaría una tensa situación bélica.
La meseta del Doklam es un área tibetana ubicada a unos 130 kilómetros cuadrados al oeste del Bután.
Para el jefe del Centro de Cooperación Internacional en Asuntos de Seguridad del Ministerio de Defensa chino, Zhou Bo, Bután participó en 24 rondas de negociaciones y nunca cuestionó el hecho de que este es un territorio chino».
Beijing dice que Doklam se encuentra en el Tíbet y que la disputa fronteriza entre China y Bután no tiene nada que ver con India. Ha exigido que las tropas indias se retiren antes de cualquier conversación.
Este viernes la Televisión Central de China mostró un video del ejército indio en una parte no identificada del Tíbet realizando ejercicios de disparos en fuego vivo en los últimos días.
«China ha dejado claro que no hay espacio para la negociación y la única solución es la retirada incondicional e inmediata de las tropas indias de la región», señaló en un comentario la agencia oficial de noticias Xinhua.
«Si China retrocede ahora, India podría estar envalentonada para llevar a cabo más problemas en el futuro», añadió.
El portavoz del Ministerio de Defensa de China, Ren Guoqiang, dijo el jueves que mientras las fuerzas armadas chinas mostraron «gran benevolencia» ante las tropas indias y un «alto nivel de moderación … la restricción tiene sus límites».
«Ningún país debe subestimar la confianza y capacidad de las fuerzas chinas para salvaguardar la paz y su resolución y voluntad para defender los intereses de soberanía, seguridad y desarrollo nacionales», indicó Ren en un comunicado.
China y Bután han mantenido conversaciones sobre su disputa fronteriza desde la década de 1980, y la nueva construcción de carreteras podría afectar el proceso de trazar sus límites.
India señaló que sus tropas estaban tratando de instar a las fuerzas chinas a no cambiar el statu quo y que cualquier construcción tendría «graves implicaciones de seguridad para India».
En Nueva Delhi, el ministro de Asuntos Exteriores, Sushma Swaraj, dijo el jueves al Parlamento que India estaba preocupada por las acciones de China que afectan el límite fronterizo entre Bután, China e India, así como la frontera India-China.
«La guerra no es una solución para nada», señaló Swaraj, quien agregó: «La paciencia, el control de los comentarios y la diplomacia pueden resolver los problemas».
Expertos en política exterior en Nueva Delhi comentaron que al construir la carretera, China podría tener acceso a una estrecha franja de tierra conocida como el Corredor de Siliguri o el Cuello de Pollo.
Si China fuera capaz de bloquear el corredor, aislaría el noreste de la India del resto del país, acotaron.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de China emitió el miércoles un documento en el que estableció lo que llamó «los hechos» de que las tropas indias «ingresaron» en territorio chino, pidiendo que se retiren de inmediato e incondicionalmente.