El viernes 28 de julio un sacerdote católico fue detenido cuando se dirigía a un motel con una menor de 13 años en Mariquina, Filipinas.
Gracias a las denuncias hechas por la madre de la menor, el Departamento de Bienestar Social y Desarrollo de Filipinas y la Policía local montaron un operativo que llevó a la detención de Monseñor Arnel Lagrejo, párroco de la Iglesia de San Juan Bautista.
De acuerdo a Romulo Sapitula, superintendente de la Policía local, el sacerdote contactó a una proxeneta en redes sociales y por sólo 500 pesos filipinos (170 pesos mexicanos) acordaron la entrega de la niña afuera de un centro comercial.
Tras el arresto tanto la policía como la iglesia filipina abrieron investigaciones para seguir el caso, descubriendo que la proxeneta era una chica de 16 años, que se dijo amiga de la víctima.
Arnel Lagrejo, quien también es director de la escuela universitaria Cainta Catholic College, fue suspendido de sus funciones parroquiales y educativas, además afronta cargos por pederastia.
Aunque estuvo tres días detenido alcanzó libertad bajo fianza. Este caso ha conmocionado a la sociedad filipina, conformada en un 80% por católicos.