BALTIMORE, E. U., agosto 4 (AP)
Es una propuesta tan inusual como desesperada: Un cese al fuego de tres días durante los cuales “nadie mata a nadie” en Baltimore.
Con más de 200 asesinatos en lo que va del año, la ciudad vive una ola de violencia jamás vista y sus residentes propusieron una tregua que va del viernes al domingo.
Erricka Bridgeford, mediadora profesional en conflictos y una de las impulsoras de la propuesta “Nadie mata a nadie”, dijo que la idea es que la gente con armas las haga a un lado durante tres días y recuerde lo que se siente al tomar una decisión positiva para ellos y para la ciudad.
“Sabemos que esto no es lo normal, que nos merecemos algo mejor”, manifestó. “Debemos mirarnos el uno al otro y decirnos, ‘nos merecemos la paz, por tres días anteros’”.
Bridgeford conoce de primera mano el impacto de la violencia en la comunidad. Tenía 12 años cuando vio por primera vez a alguien matar a una persona a tiros.
“Escuché disparos que me despertaron cuando mataron a mi amigo Mike. Lo vi en el asfalto y lo escuché gritar ‘¡no dejen que me muera!””, relató. “Asistí a funerales durante toda la secundaria”.
Dice que perdió a amigos y primos en balaceras. “Muchos primos”.
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PUBLICISTA LEVANTA SU VOZ
Al ver cómo aumentaba la cantidad de muertos este año, James Evans, ejecutivo publicitario, pensó que tal vez podía hacer algo. Tratar de sensibilizar a la gente más proclive a tomar un arma y apretar el gatillo.
La firma de Evans, Illume, ideó el slogan “Deja de disparar, empieza a vivir” que está empleando la organización comunitaria Safe Streets, que se opone a la violencia. Y ahora trata de combatir el derramamiento de sangre mediante una campaña publicitaria.
Dice que se maneja como con cualquier otra campaña. Que ha organizado charlas con víctimas, vendedores de drogas y personas que han disparado armas para tratar de determinar cuál es la mejor forma de llegar a todos ellos. En un video, estalla una pelea y un hombre dispara hacia un grupo de gente. Una hija pequeña suya recibe un balazo en el fuego cruzado.
“Es importante humanizar a las víctimas”, manifestó Evans. “La gente habla de la violencia en Baltimore con un tono de miedo, no de empatía. La voz del temor indica que hay violencia, pero no habla de las víctimas”.
“Estamos incentivando a los chicos a que no sean delincuentes. Tu puedes ser un buen ciudadano, trabajador, que pierde la cabeza y da un mal paso, y convertirte en un criminal en cinco segundos. Cuando tienes 18 años y vives en una comunidad con muchas carencias, tienes miedo todo el tiempo. La gente no entiende la velocidad con que estos chicos tienen que reaccionar. Eso es lo que trato de hacer: empatizar con estos muchachos, decirles ‘sabemos que enfrentan una situación difícil, pero no empeoren las cosas’”.