BELGRADO, Serbia, agosto 10 (AP)
Una sofocante ola de calor está diezmando cosechas, secando ríos y matando animales en el centro y sudeste de Europa, dicen testigos y expertos.
A medida que los estragos causados por la sequía se hacen evidentes, las temperaturas en Serbia, Rumania, Hungría y Croacia están por llegar a los 39 grados centígrados (102 grados Fahrenheit).
La región se está asando en uno de los veranos más calurosos y secos en años, en que varias personas han muerto y han proliferado los incendios. Al mismo tiempo, la sequía ha desatado una inusitada demanda por agua y electricidad.
Serbia ha sido uno de los países más afectados. Expertos calculan que un 60 por ciento de los maizales allí han quedado arruinados. El ministerio serbio del ambiente dice que los niveles de agua en todo el país han bajado pronunciadamente, poniendo en peligro la fauna marina.
“¡Esto es tan triste!”, exclamó el agricultor serbio Pavel Tordaj en Padina, una aldea del norte del país, al mostrar los maizales y girasoles marchitos y resecos en su tierra.
Tordaj relató que casi todo su maíz y sus girasoles han quedado estropeados debido a la sequía y que les será sumamente difícil a los campesinos recuperar los ingresos perdidos.
“¿Quién pagará por eso?”, preguntó. “Pedimos préstamos al banco”.
Los maizales comprenden aproximadamente un millón de hectáreas de la tierra cultivable de Serbia, cuyo sistema de irrigación es considerado inadecuado.
En total, un 60 por ciento de los cultivos de maíz se han perdido, dijo Zeljko Kaitovic del Instituto de Investigaciones del Maíz.
“Desafortunadamente, estas condiciones de extrema sequía se dieron justo cuando el maíz estaba en su etapa más sensible de desarrollo”, dijo. “Ahora la situación no mejorará ni siquiera si llueve intensamente”.
El Gobierno serbio ha dicho que cualquier escasez provocada por la sequía será compensada con reservas estatales a fin de evitar daños adicionales. Además ha exhortado a la población a usar agua con moderación, y le ha pedido a las fábricas abstenerse de arrojar desechos en ríos donde ya escasean los peces debido a la sequía.
En la vecina Hungría, la sequía ha reducido la cantidad de aves que empollan en un parque nacional, debido a que muchos hábitats se han secado.
De acuerdo con estadísticas oficiales preliminares, las cosechas de granos en Hungría disminuirán en un siete por ciento debido al calor. Las autoridades además han impuesto una definición legal más estricta de sequía, con lo cual será más difícil para los campesinos recibir compensación de las compañías aseguradoras.