Ottawa, 13 Ago (Notimex).- Canadá llegará el próximo miércoles a la mesa de renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) con un equipo de negociadores expertos en comercio internacional, con el objetivo de lograr acuerdos que lo modernicen y fortalezcan.
Asimismo, llegará con la convicción de que se levantará de la mesa si lo planteado afecta los intereses de los canadienses, como la propuesta suspensión del Capítulo 19.
Canadá llega a la mesa de la negociación del acuerdo trilateral con Estados Unidos y México con un recién creado Consejo del TLCAN, y luego de nombrar recientemente a tres cónsules generales en Atlanta, San Francisco y Seattle, con especialización en comercio internacional.
El Consejo del TLCAN está compuesto por 13 especialistas del ámbito laboral, de negocios, de asuntos indígenas, entre otros, y proporcionará al equipo negociador canadiense asesoramiento “sin filtro” antes y durante el curso de las renegociaciones.
Aunque oficialmente se darán a conocer mañana lunes los objetivos que busca Ottawa en esta mesa trilateral, en semanas recientes se ha definido que defenderá sus industrias maderera, de lácteos y aeroespacial, que la administración del presidente Donald Trump acusa de estar subsidiadas.
Otros temas de interés para Canadá son la política “Compre estadunidense”, donde buscaría ciertas excepciones en el sector energético, el Capítulo 19, tecnología aeroespacial, producción automotriz y acero.
El equipo negociador canadiense estará encabezado por la ministra de Asuntos Exteriores, Chrystia Freeland, y quien en el pasado trabajó como periodista en Nueva York.
Freeland es la segunda mujer, después de la canciller Barbara McDougall (1991-1993) en dirigir la política exterior de Canadá y en encabezar ahora las negociaciones comerciales.
El “team Canada” también estará integrado por los ministros Francois Philippe Champagne, de Finanzas; James Carr, de Recursos Naturales, y Marc Garneau, de Transporte.
La canciller recalcó el viernes pasado que un mecanismo de resolución de controversias es “esencial” en cualquier acuerdo comercial, por lo que reiteró su compromiso a defender el Capítulo 19 en la primera ronda de renegociaciones, que comienza el próximo 16 de agosto.
Bajo el Capítulo 19 se han presentado querellas contra Canadá sobre supuesto subsidio a la producción de maderas blandas, pero los paneles binacionales han fallado en la mayoría de los casos a favor de Canadá.
“Tener un efectivo mecanismo de resolución de controversias es realmente esencial en cualquier tratado. Canadá entiende la importancia de tener un mecanismo independiente, objetivo y transparente dentro del TLCAN y de esto hablaremos con nuestras contrapartes”, indicó la canciller.
La ministra se reunió el viernes pasado con agricultores canadienses en Edmonton, Alberta, quienes le manifestaron su interés de que las pláticas del TLCAN sirvan para reducir las prácticas “red-tape”, de decir las cuotas administrativas o comisiones que enfrentan sus exportaciones en la frontera sur.
A pesar de que la estrategia de Ottawa ha sido “no mostrar cartas antes de tiempo”, en su momento, ante las críticas de la administración Trump de que las pérdidas en las industrias madereras y de lácteos estadunidenses se deben al supuesto subsidio canadiense, Freeland dejó en claro que si Washington impone aranceles fronterizos, Ottawa actuará en consecuencia.
Asimismo, en otro momento, Freeland recordó a sus vecinos del sur: “traten bien a sus clientes”.
Canadá es el destino número uno de las exportaciones de 35 estados de la Unión Americana, mientras que nueve millones de empleos estadunidenses dependen del comercio y las inversiones con Canadá.
Por otra parte, según declaraciones al diario The Globe and Mail, Canadá dejaría la mesa de renegociación del TLCAN si Estados Unidos insiste en sacar el Capítulo 19 de solución de controversias del acuerdo trilateral, indicó un alto funcionario del gobierno de Justin Trudeau.
Con la diplomacia que caracteriza a los canadienses, los negociadores tratarán de mostrarse abiertos a modificar un acuerdo de 23 años de vida para modernizarlo y fortalecerlo, pero su válvula de presión será manejada con pinzas.
Esto se debe a que el 75 por ciento de sus exportaciones van a Estados Unidos, mientras que el comercio con ese país da cuenta del 40 por ciento del PIB (Producto Interno Bruto) canadiense.
Entre 1993 y 2015 el comercio entre Canadá y Estados Unidos se ha más que duplicado, mientras que el comercio entre Canadá y México se ha multiplicado ocho veces.
Para el investigador de la Universidad de Toronto, John M. Oesch, en la primera de siete rondas de negociación, que comienza el próximo miércoles, Ottawa tratará de resaltar los beneficios del comercio bilateral para los estados de la Unión Americana.
“Canadá buscará resaltar cómo el comercio con Estados Unidos beneficia a los estadunidenses, con mirar a plantear que hacer grandes cambien al TLCAN podría afectar a los exportadores estadunidenses”, precisó a Notimex el investigador.
Asimismo, consideró que a pesar de que Canadá y México “pueden tener mucho en común”, quizá no actúen como equipo en contra de Washington.
Sin embargo, para el académico William Mitchell, profesor de Gestión Estratégica de la Escuela de Administración Rotman, en esta primera aproximación los negociadores de México, Canadá y Estados Unidos llegarán con “mente abierta”.
“El comercio es de importancia crítica para las tres naciones. El fracaso en las negociaciones dañaría las economías de los tres países. Todos los acuerdos tienen oportunidades de mejoras y el TLCAN no es una excepción. Hemos aprendido sobre sus fortalezas y límites durante los años que ha estado en acción”, dijo a Notimex.
Manifestó su confianza en que los negociadores busquen soluciones mutuamente beneficiosas en las que cada país obtenga beneficios netos como resultado de la actualización.
En su opinión, en las rondas de renegociación puede haber oportunidades para que Canadá y México “busquen posiciones conjuntas que les ayuden a enfrentar los desafíos de su socio más grande”.