CIUDAD DE MÉXICO, agosto 12 (Agencias)
Salma Hayek fue la primera mexicana en conseguir una nominación al Óscar como mejor actriz. Fue en 2003 por “Frida”, y desde entonces solo dos latinas como Catalina Sandino Moreno y Penélope Cruz repitieron esa proeza, algo que “enfurece” a la mexicana, según reconoció en una entrevista.
“Nunca dicen nada de eso y me enfurece”, reveló Hayek al ser preguntada por la habitual ausencia de latinos en las categorías de interpretación dentro de los Óscar, al margen del ruido provocado por la falta de afroamericanos en las ediciones de 2015 y 2016.
“Cuando me nominaron, el año anterior ganaron Halle Berry y Denzel Washington. Todos hablaban de los afroamericanos en los Óscar. Y en mi año, estábamos Pedro Almodóvar, Gael García Bernal, Alfonso Cuarón…Yo era la primera hispana nominada en la historia como mejor actriz -la primera latinoamericana fue la brasileña Fernanda Montenegro-, pero aquí nadie dijo nada. Jamás se mencionó”, declaró.
“Ahora, aunque no lo quieran mencionar, entre Cuarón y Alejandro (González Iñárritu) han acaparado el premio. Ya estamos presentes. Hay una evolución, pero no tiene tanta repercusión. No existe ese reconocimiento a su presencia”, valoró.
Hayek ha completado recientemente una de las mejores interpretaciones de su carrera con “Beatriz at Dinner”, pero no cree que vuelva a ser nominada porque la cinta se estrenó “muy temprano”.
“Me haría ilusión, pero está muy difícil. Todo el mundo la menciona ahora, pero apenas estamos en verano”, indicó.
La película que seguramente no llegará a los Óscar pero que tiene muy ilusionada y orgullosa a Hayek es la cinta de acción The Hitman’s Bodyguard, de estreno el próximo viernes, protagonizada por Ryan Reynolds y Samuel L. Jackson.
“Creo que Ryan y Samuel se convertirán en una pareja clásica, como Mel Gibson y Danny Glover en Lethal Weapon”, indicó la actriz, que interpreta a Sonia, la esposa del personaje de Jackson, una mujer de armas tomar, llena de tatuajes y con una pasión inusitada por la violencia.
En la cinta, el mejor agente especializado en la protección de testigos (Reynolds) debe asegurar la supervivencia de su mayor enemigo, un asesino a sueldo (Jackson) cuyo testimonio es vital en un juicio contra un despiadado dictador, encarnado por Gary Oldman.
“Estoy frustradísima por no tener más escenas”, reconoció Hayek entre risas.
“Ojalá haya una secuela para ver más de Sonia. Me pidieron que creara el personaje desde cero. Que fuera algo inolvidable. El espectador debía entender por qué esa pareja se necesita tanto y por qué Samuel está dispuesto a todo por ella. Fue delicioso”, añadió.
El filme “Beatriz at Dinner” ha provocado numerosos análisis por su parábola sobre los tiempos que corren bajo la presidencia de Donald Trump.
“EU tiene una posición importante dentro del mundo y no siento que estemos en buenas manos. No tengo idea de qué va a pasar. Todo es tan absurdo y surrealista que no le encuentro lógica a nada”, reconoció Hayek, que tiene pendiente de estreno la comedia “Drunk Parents”, junto a Alec Baldwin.
“Me encanta trabajar con él. Fui a su serie para hacer un episodio y acabamos rodando siete. Él quería incluso que hiciéramos una serie de televisión, pero le dije que no podía porque yo vivo muy lejos. Amenazó con venir él a Londres para rodar”, apuntó.
“Tengo claro que no será la última vez que trabajemos juntos. Lo adoro”, recalcó.
Por último, habló de su compatriota Eiza González, quien retomó el papel de Hayek en la adaptación televisiva de “From Dusk Till Dawn”.
“La conozco de vista y de algunas cosas que he leído sobre ella. Me parece maravillosa, guapísima, linda y simpática. Me encanta, es divina”, concluyó.