Rogelio Rodríguez Mendoza
Cd. Victoria, Tam.- Desde el 2010 a la fecha, la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) ha recibido nueve mil 676 denuncias de personas desaparecidas en Tamaulipas.
Al responder a una solicitud de información pública, la instancia encargada de la investigación y persecución de los delitos informó que de esa cifra de desaparecidos, tres mil 880 personas fueron localizadas, 260 de ellas muertas.
Detalló que como herramienta para facilitar la investigación de cada caso, la dependencia dispone de un banco de ADN con muestras aportadas por familiares de desaparecidos.
El banco tiene a la fecha acumuladas seis mil 945 muestras de ADN, las cuales son cotejadas con las de cadáveres o restos humanos localizados en la entidad.
Paralelamente, la PGJE puso recientemente en marcha un programa de recolección de ADN de personas que tienen un familiar desaparecido.
Un total de mil 163 personas acudieron a entregar su muestra. Reynosa fue la ciudad con más muestras recolectadas con 308; le siguen Nuevo Laredo, con 285; Tampico con 230; Victoria, con 58; Mante con 54 y Madero con 36.
En forma independiente, la Procuraduría cuenta con un programa de “Desaparecidos”, a través del cual ofrece recompensas de un millón de pesos a quien ayude a localizar a 72 personas reportadas como desaparecidas en los últimos años.
Al respecto, organizaciones de la sociedad civil han exigido a la PGJE la apertura de fosas comunes, ante la sospecha de que en ellas hay cuerpos de personas desaparecidas en los últimos años.
Guillermo Gutiérrez Riestra, presidente del Colectivo de Familiares y Amigos Desaparecidos, dice que la apertura de las fosas comunes en el estado abre una luz de esperanza para miles de personas que tienen un familiar desaparecido, porque muchos de ellos se conformarían con al menos encontrar sus restos.
Explicó que la apertura de las fosas se decidió porque existen sospechas de que muchas de las personas que han sido reportadas como desaparecidas fueron sepultadas en ellas.
Eso es probable, refirió, porque existieron fallas en la recopilación de muestras de ADN y además muchas personas con familiares desaparecidos denunciaron los hechos hasta después de uno o dos años de.
“Eso abre la posibilidad de que muchas personas desaparecidas hayan sido localizadas sin vida y al no haber denuncia de por medio pues no haya sido posible cotejar su ADN o simplemente no se le haya recolectado la muestra antes de ser enviado a una fosa común”, mencionó.
Dijo que para quienes tienen un familiar desaparecido es una luz de esperanza no encontrar el cuerpo porque abre la posibilidad de que la persona esté viva.
Sin embargo, por el tiempo transcurrido, para muchas de esas familias su mayor anhelo es encontrar por lo menos los restos de su desaparecido.
“Por eso estamos exigiendo que se apresure la apertura de todas las fosas comunes. Es algo necesario”, insistió.