Washington, 12 Sep.- Los arrestos de inmigrantes indocumentados se incrementaron 42 por ciento durante los primeros nueve meses de este año respecto del mismo periodo de 2016, informó hoy la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) de Estados Unidos.
El director interino de la dependencia, Thomas Homan, acreditó el incremento a las políticas migratorias implementadas por la administración del presidente Donald Trump y dijo que gracias a ello existe ahora una atención sobre la frontera como nunca antes.
“Ustedes puede estar en desacuerdo con las políticas; les puede gustar o no este presidente, pero las políticas de este presidente han colocado la frontera bajo más control de lo que ha estado antes”, destacó.
Durante una conferencia sobre seguridad interna, Homan reveló que desde el 22 de enero hasta el pasado 2 de septiembre, los agentes del ICE detuvieron a 97 mil inmigrantes indocumentados en operativos a través del país.
Aseguró que de estos, 88 por ciento tenían algún tipo de antecedentes criminales, y constituyen una de las prioridades en las tareas de cumplimiento de la ley por parte de ICE, que defendió como apropiadas y necesarias, “a menos que el Congreso cambie las leyes”.
“Nuestra prioridad es la seguridad nacional; nuestra prioridad son los inmigrantes fugitivos”, precisó el funcionario al desmentir reportes de que los agentes realicen arrestos dentro de escuelas, iglesias u hospitales.
Homan señaló que el accionar de la agencia no significa que el resto de la población de inmigrantes indocumentados debe albergar un sentimiento de seguridad, ya que la tarea del ICE es hacer valer las leyes migratorias de manera general.
Reiteró que si alguien sin documentos o visa haya logrado burlar los controles fronterizos e internarse al país, no debe sentirse seguro porque tarde o temprano los agentes migratorios cumplirán su tarea de detenerlo o deportarlo.
“Necesitamos enviar ese mensaje. Cuando usted viola de manera conciente las leyes de este país, usted no puede sentirse confortable”, asentó.
Homan criticó también a las ciudades que han adoptado políticas de «ciudades santuario», asegurando que ello hace más difícil la tarea de la dependencia, y aseguró que además alientan la migración ilegal.
Dijo que si las ciudades permitieran a sus departamentos de policía colaborar con las agencias federales de migración, reteniendo a inmigrantes indocumentados para permitir que estos pasen a su custodia, “verían menos agentes del ICE en las calles”.