MIAMI, E. U., septiembre 12 (AP)
Las autoridades permitieron el regreso de los habitantes a algunos de los Cayos de la Florida este martes tras el paso del huracán “Irma” mientras los responsables evalúan la magnitud de la destrucción y envían ayuda a las pequeñas islas anegadas y cubiertas de escombros.
Dos días después de que la tormenta asaltó los Cayos con vientos de casi 210 kilómetros por hora (130 millas), se desconoce todavía la verdadera magnitud de los daños debido a la falta de acceso y comunicaciones. Se han atribuido a “Irma” siete muertes en Florida, dos en Georgia y dos en Carolina del Sur. Al menos 35 personas murieron en el Caribe.
Los habitantes y dueños de negocios de Cayo Largo, Tavernier e Islamorada, las más cercanas al continente, ya comenzaron a regresar para evaluar los daños.
La gente de las islas más alejadas -incluida Cayo Hueso, la más alejada del continente y a la vez la más poblada- deberá esperar porque la ruta sufrió daños enormes. Se les prometió reparaciones en los próximos días.
El gobernador Rick Scott sobrevoló los Cayos el lunes donde pudo ver casas rodantes volcadas, botes encallados y los daños generalizados de la inundación.
En otras partes de Florida, zonas como la bahía de Tampa se habían preparado para lo peor, pero aparentemente sufrieron daños menores. El martes por la mañana los restos de “Irma” atravesaban Alabama y Mississippi después de anegar Georgia.
Laura Keeney, residente en Cayo Hueso, esperaba en un hotel de Miami a que fuera seguro regresar a la cadena de islas. El gerente de la propiedad le dijo que su apartamento estaba inundado, pero era difícil conseguir más información por los cortes de electricidad y servicio de celular en la isla.
“Me dijeron que definitivamente hay agua en el apartamento de abajo, que es donde vivo”, dijo Keeney, que trabaja como conserje en el hotel Hyatt de Cayo Hueso.
Al menos 13 millones de personas, dos tercios de los habitantes del tercer estado más poblado del país, se quedaron sin electricidad en pleno calor tropical y casi cada rincón de Florida sintió el golpe del meteoro. Unas 110 mil personas permanecían en refugios.
Se prevé el arribo de un portaviones a Cayo Hueso para colaborar en las tareas de búsqueda y rescate. No había agua potable en las islas, escaseaba la gasolina y los tres hospitales del archipiélago estaban cerrados.