diciembre 12, 2024
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septiembre 13, 2017 | 203 vistas

PARÍS, Francia, septiembre 12 (AP)

La Torre Eiffel recortó servicios, furiosos trabajadores de ferias interrumpieron el tráfico alrededor del Arco de Triunfo y la policía usó un cañón de agua y gases lacrimógenos mientras trabajadores realizaron protestas en París y otras ciudades este martes contra cambios planeados en las leyes laborales.

La central sindical UGT convocó a huelgas y organizó unas 180 marchas contra los decretos laborales dados a conocer el mes pasado por el gobierno del presidente Emmanuel Macron. Muchos temen que los cambios debiliten la seguridad del empleo.

El sindicato dijo que 60 mil personas participaron en una protesta en París. La policía dijo que 24 mil personas marcharon y que varios jóvenes encapuchados que se sumaron más adelante lanzaron proyectiles a las fuerzas de seguridad.

La policía respondió con gas lacrimógeno y un cañón de agua. Una declaración policial dijo que cuatro personas fueron detenidas y una fue hospitalizada con heridas leves.

Las protestas fueron la primera expresión pública grande de descontento contra la presidencia de Macron, que comenzó en mayo con entusiasmo ante sus promesas de revivir la economía francesa, pero cuya popularidad ha caído en medio de la furia provocada por los decretos laborales y otros problemas en el país.

La Torre Eiffel fue afectada por las protestas, con las visitas de la tarde limitadas al primer piso, al que los turistas tuvieron que acceder por escaleras.

Trabajadores de ferias sonaron trompetas en una protesta separada el martes contra cambios legales que dicen favorecen a las grandes corporaciones y pudieran barrer con su vieja industria.

Decenas de camiones remolques se movieron a paso lento alrededor del Arco de Triunfo, causando trabazones de tráfico en la hora pico. Los trabajadores dijeron que decidieron realizar sus protestas para que coincidiesen con las marchas laborales del martes, toda vez que ambas protestas son por temores de perder empleos.

En tanto, miles de activistas sindicales marcharon por la mañana en Marsella, Le Havre y otras ciudades francesas.

Los decretos laborales de Macron -que reducen el poder de los sindicatos y dan a las compañías más autoridad para despedir empleados e influir en las reglas para lugares de trabajo- son el primer paso en lo que él espera sean profundos cambios económicos. Los decretos serán finalizados este mes.

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