México, 14 Sep (Notimex).- Un estudio hecho por Laboratorios de Dinámica de Fluidos Geofísicos (GFDL, por sus siglas en inglés), mostró que al término del siglo 21, la intensidad de los ciclones tropicales aumentará entre dos a 11 por ciento.
De acuerdo con los resultados de la investigación el cambio también implicaría un incremento porcentual en cuanto al potencial destructivo por tormenta.
Refiere que el calentamiento hará que las tasas de lluvia durante este fenómeno natural aumenten de forma considerable entre 10 y 15 por ciento. Además detallan un posible descenso de su frecuencia en el planeta.
Para el desarrollo del proyecto los especialistas realizaron y analizaron modelos informáticos que simulan el clima del siglo 21.
En el texto los expertos dicen que todavía no es posible concluir si el aumento del número de ciclones es por las actividades humanas (emisiones de efecto invernadero causantes del calentamiento global) u obedece al cambio climático.
Sin embargo, señala que la actividad humana pudiera ya haber producido transformaciones que aún no se detectan, debido a su mínima magnitud.
Los científicos muestran que la actividad volcánica, cambios internos climáticos, modificaciones físicos en el sol, entre otros factores naturales contribuyen a este tipo de procesos.
Luego de analizar datos de más de 100 años, los especialistas observaron que si solo toman en cuenta información sobre los gases emitidos a la atmósfera, se tendría un incremento significativo en la actividad destructivas de los huracanes en el Atlántico.
La GFDL, indicó que a mediados o a finales del siglo serán más perceptibles los cambios pues prevén que los huracanes rebasen las categorías cuatro o cinco y las lluvias aumenten.
El estudio marca que para 2100 los incrementos en la temperatura de la superficie marina (SST, por sus siglas en inglés) del Atlántico tendrían un potencial destructor de huracanes del 300 por ciento.
La investigación destaca que el aumento de nivel del mar debe ser considerado como resultado del cambio climático, cuyo incremento puede influir en que los estragos de los huracanes sean mayores.
También prevé mayor vulnerabilidad de las regiones costeras en cuanto a las inundaciones causadas por tormentas, esto por el aumento del nivel del mar, no obstante, dependerá de las características de las tormentas.