Un ciclista se llevó un buen susto cuando circulaba por un sendero en el monte y al girar apareció en medio del camino un enorme oso. El deportista se sobresaltó de tal manera que perdió el equilibrio y cayó al suelo. Al ser preguntado por lo que hizo tras el encuentro con el plantígrado, el hombre afirmó que se alejó del animal sin perderlo de vista y que este, afortunadamente, no le prestó la más mínima atención.
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