diciembre 12, 2024
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septiembre 17, 2017 | 136 vistas

SAN LUIS, EE.UU, septiembre 16 (AP) — Cientos de personas furiosas por la exoneración de un ex policía blanco de San Luis en el tiroteo fatal de un hombre negro marcharon durante horas en manifestaciones que iniciaron pacíficas, hasta que las tensiones crecientes (alguien rompió una ventana en la casa del alcalde) llevaron a la policía antidisturbios a lanzar gases lacrimógenos para dispersar a las multitudes.

Durante semanas, los activistas habían estado amenazando con actos de desobediencia civil si Jason Stockley no era condenado por el asesinato de Anthony Lamar Smith, lo que llevó a las autoridades a tomar precauciones.

Mientras en las mentes de todos estaban presentes las grandes protestas que siguieron a la muerte de Michael Brown en 2014 en la cercana Ferguson, se erigieron barricadas alrededor del cuartel general de la policía y el juzgado, entre otros lugares, en anticipación del veredicto.

Pocas horas después de que el juez de Circuito de San Luis, Timothy Wilson, absolviera a Stockley del cargo de homicidio premeditado, una multitud racialmente diversa de manifestantes salió a las calles el viernes. Algunas personas portaban armas de forma legal junto a otros que cargaban niños y agitaban carteles.

Los inconformes coreaban y portaban pancartas con lemas contra la policía y otras que decían “las vidas de los negros importan” durante su movilización en el sector de Central West End.

Para inicios de la tarde ya se habían hecho más de 20 arrestos y durante los enfrentamientos con las autoridades algunos manifestantes fueron rociados con gas pimienta. La ciudad informó que diez policías resultaron heridos al final de la noche, incluso alguien con una mandíbula rota y un hombro dislocado. Algunos periodistas reportaron haber sido amenazados por los manifestantes.

La banda U2 canceló su concierto del sábado por la noche en San Luis porque el departamento de policía dijo que no podría proporcionar una protección estándar para el evento, informaron los organizadores.

El ex policía absuelto, de 36 años, mató a tiros a Lamar Smith después de una persecución a alta velocidad en 2011. Stockley dijo comprender que las imágenes del video en el que mata a tiros al hombre en 2011 después de la persecución parezcan malas a los investigadores y a la gente, pero aseguró que es necesario separar el enfoque de los hechos y que él no hizo nada malo.

Stockley insistió en que vio que Smith traía un arma y que consideró que él se encontraba en peligro inminente. Los fiscales dijeron que el agente colocó una pistola en el vehículo de Smith después del incidente. Stockley pidió que el caso lo decidiera un juez y no un jurado.

El caso se ventiló a no gran distancia del suburbio de Ferguson, donde el joven negro desarmado Michael Brown, de 18 años, fue muerto a tiros por un agente blanco en 2014. El agente nunca fue encausado y al final presentó su renuncia.

 

 

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