¿SABÍAS?
En el Diario Oficial de la Federación, con fecha del 19 de septiembre de 2001, y siendo presidente de la República Vicente Fox Quezada, la Secretaría de Gobernación (Segob) publicó el “decreto por el que se declara Día Nacional de Protección Civil, el 19 de septiembre de cada año”.
Lo anterior, considerando que considerando “que la experiencia de México en materia de la protección civil tiene su desarrollo más importante a partir del desastre ocasionado por los terremotos del mes de septiembre de 1985, ya que en esa ocasión se puso de manifiesto la necesidad de contar con un instrumento administrativo de cobertura nacional que permitiera integrar y coordinar la respuesta de todos los sectores sociales en caso de presentarse nuevos desastres (…)”.
Además de que “la Comisión Permanente del Congreso de la Unión emitió un acuerdo el 22 de agosto de 2001 en el que solicitó al Ejecutivo federal que el día 19 de septiembre de cada año, fecha en que se conmemoran los sismos del mes de septiembre de 1985, sea considerado Día Nacional de la Protección Civil”.
Dese entonces, cada 19 de septiembre se celebra de manera oficial en nuestro país el Día Nacional de Protección Civil, fecha que se celebra realizando un esfuerzo colectivo entre dependencias y cuerpos de auxilio, para llevar a cabo simulacros de contingencias, sobre todo en edificios públicos del Gobierno federal y de los estados y municipios.
REFERENCIA
El terremoto del jueves 19 de septiembre de 1985 afectó en la zona centro, sur y occidente de México y ha sido el más significativo y mortífero de la historia
Este fenómeno sismológico se suscitó a las 7:19 a.m. con una magnitud de 8.1, cuya duración aproximada fue de poco más de dos minutos, superando en intensidad y en daños al terremoto registrado en 1957 también en la Ciudad de México.
El epicentro fue localizado en el Océano Pacífico, frente a las costas del estado de Michoacán, muy cerca del puerto de Lázaro Cárdenas. Fue de tipo trepidatorio y oscilatorio a la vez.
Una de las diversas apreciaciones en cuanto a la energía que se liberó en dicho movimiento fue su equivalente a mil 114 bombas atómicas de 20 kilotones cada una.